La pandemia de coronavirus nos puso en jaque a todos, cambió nuestras rutinas o directamente las disolvió, por eso muchos tuvieron que reinventarse para poder seguir desarrollando sus actividades. Pero a Tomás Chernoff esta situación no hizo otra cosa que ponerle por delante un nuevo desafío: ¿Cómo innovar para ayudar a la sociedad en esta difícil situación? Esta innovación es tan grande que llegan hasta la Base Marambio.
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Siguiendo los pasos de su padre, Jorge Chernoff, quien fue el primero en trabajar con impresión 3D en Argentina en el año 1994, Tomás ayuda a que las personas puedan “fabricar sus ideas” gracias a las impresiones de este tipo desde 2011. El joven es CEO de la compañía Che3D, confundador de DAR Máscaras y socio en Peek Studios.
El objetivo del trabajo de Chernoff es “aportarle valor al mundo desde su creatividad con esta tecnología”. El limite es la creatividad, repite en la diálogo con VíaPaís, y manifiesta su sueño de que “el proyecto siga escalando” pero no en tamaño sino en alcance para poder llegar a más personas y que estas “puedan fabricar sus ideas”.
La pandemia y la impresión 3D: ¿mascarillas o respiradores?
El 2020, fue un año duro y desafiante, fueron muchos los emprendedores que tuvieron que reinventarse, los puestos de trabajo que desaparecieron y las limitaciones para trabajar. Pero lejos de quedarse con los brazos cruzados, buscaron la manera de innovar y ayudar a la vez. Chernoff cuenta que “cuando empieza el COVID, no estábamos de lujo pero al trabajar en innovación y estar acostumbrados a ese rol, no hicimos más que lo que sabíamos hacer”.
Es por esto que el puntapié inicial fue: “¿Cómo innovamos para ayudar a solucionar este problema?”. Al analizar el panorama surgieron dos posibilidades: fabricar respiradores o hacer mascarillas. Luego de consultar a las autoridades, entendieron que la primera opción era peligrosa y por eso se enfocaron a comunicar los riesgos y pedir a quienes “tenían esta habilidad, fabricaran mascaras y no respiradores”.
“Nuestra concentración estaba en impedir el contagio, no en el fondo del túnel, que es la solución a la que nadie quiere llegar”, señaló el joven y remarcó que fabricar respiradores “era ilegal por las certificaciones que se necesitan”.
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Una vez definido que iban a elaborar mascarillas, comenzaron a pensar y diseñar un elemento que se pueda crear con mucha velocidad ya que la demanda era alta, que sea cómodo porque quienes más lo iban a utilizar lo llevarían puesto mucho tiempo y sobre todo que sea “cubritivo” e impida cualquier tipo de contacto con microgotas que se proyectan al hablar.
Una vez que encontraron el diseño y las alianzas necesarias, se crearon DAR Máscaras, las mismas ayudaron a protegerse a cientos de miles, entre ellos están los médicos de la Ciudad de Buenos Aires, farmacias, cadena de supermercados, entre otros.
¿Es simple el manejo de una impresora 3D?
Al consultar con Chernoff si cualquier podía volver tangibles sus ideas con una impresora 3D, el fue contundente y la respuesta es si. El emprendedor alienta a que las personas se animen a usar esta tecnología que ayuda a “resolver cosa simples de la vida cotidiana”.
“Lo mas importante es la motivación”, remarcó el joven y aseguró que “el uso de la impresora y el Software es simple”. Al mismo tiempo comentó que anteriormente estos elementos eran de difícil acceso ya que era costosas pero que ahora eso cambió: actualmente hay impresoras desde 200 o 300 dólares.
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La impresiones 3D llegan a la Base Marambio
Ahora la innovación de la impresión 3D llegará a la Base Marambio en la Antártida con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes están allá ya que les permitirá resolver “problemáticas cotidianas que se presentan de forma más rápida y precisa”.
Chernoff comentó que hace unos años se envió una impresora de este tipo al espacio, y que esta permitió “solucionar problemas cotidianos, innovar y mejorar el día a día”. El emprendedor habló de la ventaja de tener este elemento en lugares de difícil acceso: “Con un repositorio virtual y una impresora 3D, fabricas lo que necesitás en el momento”.
La maquina ya está en aquel continente y promete traer buenas soluciones para quienes viven allí. En este lugar, “la logística implica un vuelo especial, gastos extras, que con la impresora en el lugar se solucionan”.
La innovación está en nuestra cabeza, así lo sostiene Chernoff y asegura: “Es una tecnología tan poderosa, que depende de tu capacidad creativa, podes crear cualquier cosa”.