De acuerdo a los acuerdos firmados y según la información difundida por el Ministerio de Salud de la Nación, se prevé que, además de las 20 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V que deberían llegar a más tardar en febrero, y de las 22.431.000 de AstraZeneca -cuya entrega se estima entre marzo y julio-, vendrán entre febrero y julio otras 9 millones de dosis correspondientes al fondo COVAX, que impulsan la OMS y la fundación de Bill Gates.
El COVAX es una iniciativa de tres entidades: la Organización Mundial de la Salud; un organismo creado en 2000 (con el impulso de la Fundación Bill y Melinda Gates) que se llama GAVI- Vaccines Alliance; y el CEPI, la sigla en inglés de Coalition for Epidemic Preparedness Innovations.
A diferencia de los acuerdos directos entre países y farmacéuticas, o los que se hacen entre Estados (como el de la vacuna rusa Sputnik V), para los casos de COVAX, este organismo oficia de intermediario en la negociación entre las compañías y los gobiernos. Además, recibe dinero de parte de países donantes, particulares y entidades de perfil filantrópico para subsidiar a los países menos pudientes.
En 2020, el fondo COVAX recaudó 2.000 millones de dólares, pero este año, estiman, precisarán juntar más del doble: al menos 4.600 millones de dólares para promover la investigación y el desarrollo contra el coronavirus.
Para COVAX lo que se pone en primer plano es lograr una distribución más o menos equitativa de las vacunas y fármacos a nivel mundial. Esta cuestión de la desigualdad ya es evidente: los países más ricos, en comparación a los más pobres, están consiguiendo antes, más y mejores suministros contra el Covid (tests, medicamentos y vacunas).
Argentina es parte de los 190 países que integran el fondo COVAX y gracias a él espera recibir 9 millones de dosis durante los primeros siete meses del año.
El destino de las dosis
La intención de los representantes del COVAX es conseguir al menos 2.200 millones de dosis de vacunas a lo largo de 2021, para distribuir en 190 países. El 75% de esa cantidad ya tiene el respaldo de acuerdos firmados.
Si bien nadie arriesga una fecha o cantidad de dosis que puedan llegar a la Argentina, lo que sí se sabe es que de las más de 2.000 millones de dosis, 1.300 millones van a ir a parar, como una suerte de “facilidad”, a 92 países de ingresos bajos-medios, a través de un mecanismo llamado AMC (Advance Market Commitment).
Argentina, cabe aclararlo, no está entre los 92 países que serán “cubiertos” por el aporte de otros, sino entre los 98 restantes que, no obstante, compran con precios “mayoristas”, a través de fondos como este.
Por un lado están los países y, por el otro, las farmacéuticas, con las que los representantes del COVAX (esto es, instituciones como la OMS, UNICEF, el Banco Mundial) firman acuerdos. Pfizer, que acaba de sumarse al COVAX, cuenta con la aprobación firme de su vacuna de parte del mayor organismo de salud. En cambio, otras compañías farmacéuticas tienen “preaprobaciones” , un rango menor de aceptación, pero suficiente para integrar el COVAX, siempre que haya acuerdo comercial entre las partes.
¿Cuáles son las marcas que ya están en el COVAX?
Las de fase 3 en el COVAX son Pfizer, AstraZeneca, Moderna, Novovax y CureVac (de Alemania). En fase 2, Inovio y Bio E (India). Además, en fase 1 están Clover Biopharmaceuticals (China) e Institut Pasteur-Merck-Themis (Francia, Estados Unidos y Austria). En fase preclínica, las vacunas SK Bioscience (de Corea del Sur), una de la Universidad de Hong Kong y otra por ahora interrumpida de la Universidad de Queensland-CSL (Australia).
Como la vacuna rusa no fue preaprobada por la OMS, no integra, por ahora, el COVAX. Sin embargo, los desarrolladores de la Sputnik V se refirieron a esta cuestión: expresaron su disposición a colaborar con el sistema COVAX. “Trabajaremos con COVAX, pero definitivamente (esa iniciativa) no reemplazará el enfoque que hemos utilizado hasta ahora, que es suministrar la vacuna directamente a los países”, dijo el director Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), Kiril Dmítriev.