El senador nacional y radical Martín Lousteau se involucró en las internas radicales de Córdoba (aliado a Rodrigo de Loredo) y de Buenos Aires (apoyó a Gustavo Posse) con su grupo Evolución, el sector que domina el radicalismo porteño. Aunque sus correligionarios aliados fueron derrotados, dice que el ajustado margen en los resultados dejó en evidencia que son muchos los radicales “que quieren que el partido deje su complejo de minoría frente al PRO”, al punto que plantea intervenir a fin de año en la renovación de las autoridades nacionales de la UCR. También dice que su espacio radical va a competir en las PASO por los cargos legislativos de este año. Lousteau no ve novedoso que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, avise que no apoyará otra candidatura presidencial de Macri. “Yo lo dije en 2019”, recuerda.
-Lo vimos muy involucrado con mucho protagonismo en las internas de Córdoba y de Buenos Aires. ¿Logró el objetivo que lo impulsó a salir de su distrito?
-Lo primero es que yo busco que haya un Juntos por el Cambio más grande de lo que es, y por lo mismo busco construir un radicalismo más grande porque sino será imposible ampliar y fortalecer la coalición. Yo creo que el PRO, si predomina en Juntos por el Cambio, no puede acercar a sectores o dirigentes como Margarita Stolbizer, Pablo Javkin o socialistas. Eso lo puede hacer un radicalismo fuerte. El radicalismo porteño viene ya de años de una construcción distinta, sin miedos a los debates y a ampliarse. En 2015 le peleamos la jefatura de Gabinete al PRO. Y en 2019, en un marco de debilidad, nos juntamos con el PRO y fuimos más fuertes, y se ganó la Capital Federal. Eso es lo que pretendemos hacer con el radicalismo, que deje la comodidad de ser una minoría. Las elecciones fueron muy parejas y de hecho no se conocen aun los números finales en Buenos Aires.
-¿Se han configurado dos líneas nacionales?
-Lo que veo es que en muchas provincias quieren abrir el partido, dejar la comodidad de la que hablo. Me refiero a muchos intendentes, rectores de universidades, dirigentes jóvenes. Creo que está claro que hay dos grupos, uno el que viene dirigiendo el radicalismo en los últimos veinte años y que se acomodó a la sombra del PRO; y otro que busca darle otro perfil al partido.
-¿El grupo que integra pugnará con candidatos en las PASO de Buenos Aires y Córdoba?
-Nosotros demostramos (con la paridad en las internas) que había un grupo muy grande que no está representado en el partido, y tampoco está representado en los cargos legislativos nacionales. Eso ocurre en casi todas las provincias en las que el radicalismo acepta solo acompañar al PRO. Eso no ocurre en CABA, tampoco en Mendoza, por ejemplo. En Córdoba, debimos ir a la Justicia para que se habilite la competencia interna que no querían darnos quienes manejan el partido. Nos habilitaron y perdimos por tres puntos. Sí, esperamos poder ir a las PASO.
-En diciembre se deben renovar las autoridades nacionales de la UCR. ¿Va a impulsar un candidato propio?
-Como vengo diciendo, queremos un partido que se organice mirando hacia fuera. Si tomamos los números totales de las tres recientes internas (porteña, cordobesa y bonaerense), el sector de Morales, Daniel Salvador, Negri, Sanz, sacó 82 mil votos, y nosotros cien mil. Vamos a competir por el Partido.
-Morales quiere hacer una gran interna radical en 2022 para elegir un precandidato presidencial. Se anota él, lo nombró a Negri y a Cornejo. ¿Se anota también?
-Yo propuse que el radicalismo vaya a las PASO presidenciales en 2019. Igual Cornejo y otros. Creíamos que Juntos por el Cambio, ya debilitado en el gobierno, se iba a revitalizar con una competencia interna. Le dije mi idea a Macri, en la gira asiática que compartimos (febrero de 2019). No fue Marcos Peña el que se negó, sino que el propio radicalismo no expresó su vocación de pelear espacios. Para mí el mecanismo para definir la candidatura presidencial son las PASO. El radicalismo deberá fortalecerse con todos los candidatos que así lo crean y que no pierdan 25 a 3 (en referencia la victoria de Macri sobre Sanz, en 2015, en las PASO de Cambiemos).
-”No apoyaría a Macri nuevamente para una candidatura presidencial”, dijo Morales. ¿En esto coincide con su contendiente en el partido?
-Esto lo planteamos algunos dirigentes radicales en 2019; y desde el partido no hubo ninguna respuesta, sino que se siguió actuando con eso que llamo “el complejo de minoría” respecto al PRO. No lo escuché decir a Morales lo que está diciendo ahora.
-Cristina Fernández ha dicho que hace falta un acuerdo entre los partidos para resolver el endeudamiento y la bimonetarización de la economía. ¿Está de acuerdo?
-Yo lo que veo que es que la vicepresidenta y el kirchnerismo siempre llaman a discutir acuerdos con los que piensan como ellos. Aquí no solo tenemos un problema de endeudamiento, sino de cómo gasta el Estado. El kirchnerismo recibió el país en 2003, con superávit de tres puntos, creciendo al 9 por ciento e inflación del 6. Cuando dejó el gobierno en 2015, había déficit, no se crecía y la inflación era cuatro o cinco veces mayor.
Por la Corresponsalía Buenos Aires