“El recurso humano lleva un año de pandemia encima, están agotados, se apeló a todos los mecanismos de incorporación de personal. Podemos agregar camas y respiradores pero si no hay personas que acompañen esto, no es sostenible”, dijo la directora de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Teresa Varela.
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Asimismo, la funcionaria mencionó que si bien el año pasado se amplió la capacidad hospitalaria en el interior bonaerense “es preocupante lo que sucede en el AMBA”, ya que es el lugar de referencia para la derivación de pacientes”.
“En la ola de 2020 se amplió la capacidad hospitalaria en todos los municipios, no obstante es preocupante lo que sucede en AMBA, porque es el lugar de referencia para la derivación de pacientes cuando en el interior la ocupación de camas comienza a mostrar indicadores no alentadores”, detalló.
Varela insistió que para en esta etapa en fundamental el comportamiento de cada persona para controlar la propagación de la enfermedad. Así, destacó “el uso de barbijo, lavado de manos, distanciamiento y ventilación”.
“Los cambios de conductas llevan tiempo, sobre todo cuando bajan los índices de la enfermedad porque se relajan”, sostuvo. Y agregó: “Hay que desnaturalizar la idea de que la vacuna evita la enfermedad, porque aún vacunados, nos podemos contagiar. Si bien desarrollamos una enfermedad leve, podemos contagiar”.
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Señaló, a su vez, la importancia de dirigir las conductas, enfocándose en “respetar al otro, no poner en riesgo a nadie”. “Eso es lo más difícil de lograr en esta pandemia, pero estamos trabajando para eso”, mencionó.
“Ahora el coronavirus tiene nuevas variantes y no podemos bajar la guardia en ningún momento. Es un trabajo creativo porque no hay nada está escrito, es un permanente desafío a prueba y error”, subrayó.
Con información de Télam