En una entrevista con Clarín, Sonia Tarragona anticipó cómo se prepara el Gobierno para la segunda ola de coronavirus, que ya se palpa en varias jurisdicciones del país. Hasta el 4 de marzo, la economista era subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica, pero tras el escándalo del vacunatorio VIP pasó a conducir, en lugar de Lisandro Bonelli, la Unidad de Gabinete de Asesores de, la ahora ministra de Salud, Carla Vizzotti.
En la nota, la funcionaria destacó un cambio en la estrategia en base a las lecciones aprendidas: “El objetivo del año pasado fue preparar al sistema para evitar el colapso. Ahora, es prevenir y atender tempranamente para no llegar al sistema de atención central”.
“En la actualidad, podemos elegir con mayor precisión el tipo de método diagnóstico para cada circunstancia: además del PCR (sea por hisopado como por saliva), tenemos los tests hisotérmicos nacionales, ideales para el primer nivel de atención, y los test de antígenos, para personas con síntomas o en fase presintomática. Estamos trabajando en descentralizar la detección de los casos positivos al primer nivel de atención. Es decir, que la gente no tenga que ir al sistema de hospitales para hacerse un test”, explicó.
Tarragona comentó que cada provincia va a elegir el propio método. “Cada jurisdicción dirá cuáles son los centros para que las personas puedan hacerse los diagnósticos. Va a diferir. Lo que recomendamos desde el nivel central es llevar la estrategia de diagnóstico al primer nivel de atención porque tenemos herramientas diagnósticas más sencillas para testear, y así se podrá liberar a los centros de complejidad de la tarea diagnóstica, de modo que se enfoquen en la atención. Pero no va a ser “primer nivel, testeo” y “segundo nivel, diagnóstico”: habrá provincias donde los hospitales sigan testeando. Es lo que se está impulsando”, precisó.
Consultada sobre el plan de aumentar los testeos, la entrevistada aseguró: “Lo hemos hablado en otras oportunidades: para el Ministerio de Salud, la cantidad de tests no define con certeza la eficacia de la estrategia. No hablamos nunca de testear más, sino de testear mejor. Con esa mirada, testear mejor no necesariamente significa testar más. Además, a diferencia del año pasado, tenemos cerca de 2,5 millones de personas que tuvieron Covid y otras 2,5 millones vacunadas. Son 5 millones que posiblemente no precisen ser testeadas”.
Hay dos indicadores que el Gobierno sigue de cerca actualmente, según Tarragona. Una de las variables es la “razón de casos”, que evalúa el ascenso o el descenso de los contagios, según la fecha de inicio de síntomas de las últimas dos semanas respecto de las dos anteriores. Ese indicador da una muestra temprana de la tendencia. La otra es la “incidencia” de los últimos 14 días: es un dato similar que mide los casos en relación a la población y se construye cada 100.000 habitantes.
Sobre las inquietudes en la mesa de debate con las provincias, la funcionaria reveló que se centran en la prevención de segunda ola, es decir, la estrategia de testeos descentralizados, y el refuerzo de la comunicación en cuanto a la protección, específicamente en el uso adecuado de los barbijos. “La gente se relajó mucho. Todo el tiempo se ven personas que no usan tapabocas o que los usan debajo de la nariz”, concluyó.