La entrevista que brindaron Meghan Markle y el ex Príncipe Harry el pasado domingo provocó una ruptura en la familia real británica. Los duques de Sussex explicaron por qué a principios de 2020 decidieron dejar sus tareas reales y, entre otras revelaciones, acusaron de racismo a la Corona Británica. Tras varios días de silencio, este jueves el Príncipe William habló con los medios y negó que sean una “familia racista”.
William, que es el segundo en la línea de sucesión al trono luego de su padre, el Príncipe Carlos, explicó que no habló con su hermano menor luego de la entrevista, aunque aseguró que se comunicará con él.
Las declaraciones de Harry y la exactriz de “Suits” causaron una crisis en la monarquía británica, que se encontró dividida y en el foco de las noticias de todo el mundo: la entrevista que dieron los duques a Oprah Winfrey fue vista por al menos 50 millones de personas en todo el mundo.
Markle, que es la primera persona afroamericana en casarse con un miembro de la familia real, reveló hubo preocupación por “cuán oscura sería la piel de Archie cuando naciera”. Debido a las repercusiones inmediatas, al día siguiente de la entrevista Harry se comunicó con Oprah para pedirle que aclare en su nombre que los comentarios racistas no fueron de sus abuelos, la Reina Isabel II y el Príncipe Felipe, quién se encuentra internado por una intervención cardíaca.
Además, durante el diálogo, Harry comparó la situación de su esposa con la de Lady Di, ya que Meghan afirmó que se sintió “aislada, solitaria y carente de apoyo”, a tal punto que pensó en quitarse la vida. En la misma extensa entrevista, también anunciaron una feliz noticia: que esperan a su primera hija.
Por su parte, desde el Palacio de Buckingham emitieron este martes un comunicado en nombre de la monarca. “Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado”, expresó.
“Toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Enrique y Meghan”, aseguró, subrayando que la pareja y su hijo Archie “serán siempre miembros muy queridos de la familia”.