El Gobierno le respondió al Reino Unido sobre la presencia militar británica en las Islas Malvinas

La Cancillería emitió un comunicado tras la presentación realizada este martes por Boris Johnson en la Cámara de los Comunes.

El Gobierno le respondió al Reino Unido sobre la presencia militar británica en las Islas Malvinas
El Gobierno le respondió a Reino Unido sobre las Islas Malvinas.

El Gobierno nacional le respondió este martes al Reino Unido luego de que ratificara su presencia militar en las Islas Malvinas. A través de un comunicado, la Cancillería advirtió al Gobierno británico que “debe escuchar” a la comunidad internacional que “promueve el fin del colonialismo en el mundo” y “reanudar el diálogo sobre la cuestión”.

La cartera que dirige Felipe Solá se pronunció de ese modo a raíz de la presentación realizada este martes por el primer ministro británico, Boris Johnson, en la Cámara de los Comunes, en la que expuso una Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior.

Las consideraciones postuladas por el primer ministro Johnson reiteran la tradicional mirada colonialista del Reino Unido sobre las Islas Malvinas y el conjunto de posesiones británicas alrededor del mundo”, expresó la Cancillería y sostuvo que “para la Argentina no expresan novedad respecto de la política colonial británica”.

En ese sentido, manifestó que con el argumento “no reconocido por las Naciones Unidas de defender el ‘derecho a la libre determinación’, Reino Unido sostiene la ilegítima presencia en el Atlántico Sur”, con el “objetivo de apropiarse de las riquezas que allí existen y controlar tanto el acceso a la Antártida como del pasaje bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico”.

La Argentina denuncia en forma permanente que uno de los objetivos principales del Reino Unido es sostener una base militar en Malvinas”, destacó la Cancillería y agregó que se trata de una “circunstancia que los países del Atlántico Sur de América Latina y África que conforman la Zona de Paz del Atlántico Sur (ZPCAS) han planteado como una amenaza para toda la región”.

Además, recordó que Argentina “ha denunciado reiteradamente que esta base viola la resolución 31/49 de las Naciones Unidas que prohíbe las acciones unilaterales en la zona en disputa, como lo es esta base militar”.

“Esta situación ocurre además en un contexto de profunda preocupación por parte de quienes creen que el Brexit ha debilitado la posición británica en el mundo y en particular afectados por la exclusión de los territorios de ultramar como Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur y de los espacios marítimos circundantes del tratado de libre comercio con la UE”, añadió la Cancillería.

Asimismo, destacó que “la República Argentina reitera que, tal como está enunciado en su Constitución y como lo ha venido planteando permanentemente desde el retorno a la democracia, sólo reconoce el diálogo, la diplomacia y la paz” como “los únicos caminos para recuperar el ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.

“Como ha señalado nuestro presidente Alberto Fernández en el último discurso del 1° de marzo en el Congreso de la Nación”, recordó la Cancillería, “creemos que es el tiempo del diálogo bilateral para la recuperación del ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas en los términos de la Resolución 2065 de Naciones Unidas”.

En ese sentido, manifestó que “en pleno siglo XXI no debe existir más lugar para el colonialismo”.

El comunicado completo

Frente a la presentación realizada hoy por el primer ministro británico Boris Johnson en la Cámara de los Comunes, en la que expuso una Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior, la República Argentina sostiene una vez más que el Reino Unido debe escuchar a la comunidad internacional que promueve el fin del colonialismo en el mundo y que en particular en el caso de las Islas Malvinas ha planteado, a través de la Resolución 2065 de Naciones Unidas, que el camino para la solución del diferendo por la soberanía es el diálogo bilateral.

Las consideraciones postuladas por el primer ministro Johnson reiteran la tradicional mirada colonialista del Reino Unido sobre las Islas Malvinas y el conjunto de posesiones británicas alrededor del mundo y para la Argentina no expresan novedad respecto de la política colonial británica. Bajo el argumento no reconocido por las Naciones Unidas de defender el “derecho a la libre determinación”, Reino Unido sostiene la ilegítima presencia en el Atlántico Sur, con el objetivo de apropiarse de las riquezas que allí existen y controlar tanto el acceso a la Antártida como del pasaje bioceánico entre el Atlántico y el Pacífico. La Argentina denuncia en forma permanente que uno de los objetivos principales del Reino Unido es sostener una base militar en Malvinas, circunstancia que los países del Atlántico Sur de América Latina y África que conforman la Zona de Paz del Atlántico Sur (ZPCAS) han planteado como una amenaza para toda la región. La Argentina ha denunciado reiteradamente que esta base viola la resolución 31/49 de las Naciones Unidas que prohíbe las acciones unilaterales en la zona en disputa, como lo es esta base militar.

Esta situación ocurre además en un contexto de profunda preocupación por parte de quienes creen que el Brexit ha debilitado la posición británica en el mundo y en particular afectados por la exclusión de los territorios de ultramar como Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur y de los espacios marítimos circundantes del tratado de libre comercio con la UE.

La República Argentina reitera que, tal como está enunciado en su Constitución y como lo ha venido planteando permanentemente desde el retorno a la democracia, sólo reconoce el diálogo, la diplomacia y la paz como los únicos caminos para recuperar el ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Como ha señalado nuestro presidente Alberto Fernández en el último discurso del 1° de marzo en el Congreso de la Nación, creemos que es el tiempo del diálogo bilateral para la recuperación del ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas en los términos de la Resolución 2065 de Naciones Unidas, ya que en pleno siglo XXI no debe existir más lugar para el colonialismo.