El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se mostraron juntos este jueves en un acto en la ex Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA), para la entrega de los premios Azucena Villaflor.
Fue la tercera vez que el jefe de Estado y su vice se mostraron juntos para un acto de gestión en el año que llevan en el poder. Las anteriores habían sido en abril en Olivos y en agosto en el Museo del Bicentenario para el anuncio de la negociación de la deuda externa y la exposición e los resultados, respectivamente.
“Hoy es un día especial, cumplimos un año con Cristina. Es un día importante también porque es el día en que un presidente elegido por los argentinos (Raúl Alfonsín) volvió a la Democracia. Hoy también es el día de los Derechos Humanos. Y por eso estamos hoy aquí”, dijo Fernández.
El Presidente de la Nación entregó los premios Azucena Villaflor, correspondientes al periodo 2015-2020, en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos (ex ESMA). La ESMA fue uno de los símbolos del terrorismo de Estado que se implementó en la Argentina entre 1976 y 1983, por donde pasaron más de 5.000 secuestrados.
Fernández dijo que estos premios que fueron entregados por primera vez por Néstor Kirchner son “por todo el trabajo realizado para recuperar la memoria, por conocer la verdad y por reclamar justicia”. Y lamentó que durante cuatro años esto no se hizo, “porque algunos piensan que el reencuentro de los argentinos pasa por olvidar el pasado. Y estamos los que no”.
Antes del Presidente había hablado Cristina. Dijo que la ex ESMA es un “lugar emblemático” de los argentinos y de los Gobiernos kirchneristas. Recordó que la primera vez que fue al lugar fue el 24 de marzo del 2004. “Yo era senadora, vine acompañando a Néstor en lo que constituyó la recuperación de este lugar terrible pero histórico de los argentinos”, dijo.
Ahí fue cuando lo conoció a Juan Cabandié, que de los tres hijos que hicieron uso de la palabra ese día antes de Kirchner él fue el último. “Hacía poco que Juan había recuperado su identidad, ahí lo conocimos”, dijo la vicepresidenta.
Señaló también que en ese momento las mujeres y las abuelas de pañuelos blancos y los familiares de los detenidos desaparecidos seguían reclamando memoria, verdad y justicia. “Y ese hombre, integrante de esa generación diezmada se propuso que iba a haber memoria verdad y justicia”, dijo Fernández de Kirchner.
Ahora hay otros derechos humanos que también tenemos que venir a reparar y que han sido dañados, sostuvo. E indicó: “Tenemos que lograr como lo hicimos hasta el 2015 que aquellos que todavía no han tenido la oportunidad y también la suerte de lograr un trabajo pero tienen un ingreso del Estado que de alguna manera devuelvan a ese Estado trabajo, porque es bueno para la sociedad, para los que trabajan y para el Gobierno”.
“Usted presidente tiene una tarea muy dura porque a la pandemia de la economía macrista le sobrevino la otra pandemia. Esta inédita que ni siquiera sabemos cómo va a terminar, porque todavía no tenemos la certeza de que sea muy efectiva la vacuna y que lleguemos a tiempo. Hay que trabajar contrarreloj como se hizo para montar la infraestructura sanitaria”, señaló.
Según Cristina, hay que reconstruir la Argentina en la que con sus dificultades y problemas allá por el 2015 los argentinos y las argentinas “vivían mucho mejor”.
“Había trabajo… teníamos la vida más organizada. Sabíamos cuánta plata teníamos que guardar para pagar la luz, el gas, el transporte, cuánto para la cuota de la casa o del auto. Algunos la podían organizar mejor, se podían ir al exterior de viaje, de vacaciones”, dijo.
Y afirmó: “De eso se trata la política, no desorganizar la vida de la gente, de la sociedad. Nos han desorganizado la vida. Y la pandemia nos ha dado el golpe muy duro, no final. Trabajemos todos y todas entonces quienes tenemos responsabilidades institucionales en volver a darles certezas a los argentinos y que tengan la seguridad de que el día de mañana va a ser un poco mejor”.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.