Carlín Calvo llegó a la gran pantalla de la mano de siete películas. Pueden no parecer muchas, pero una de ellas trajo un antes y un después en la sociedad argentina. Se trata de “Adiós, Roberto”, el primer largometraje procedente del país que narraba la historia de amor entre dos hombres. Todo un cambio de paradigma en 1985.
La película se estrenó hace 35 años, para ser más exactos fue un 4 de abril de 1985. Los protagonistas eran Calvo, quien dio vida a “Roberto” y el gran Víctor Laplace (Marcelo). La historia no era muy difícil de entender, pero la carga emocional y los tabús de la época la hicieron muy “rupturista”, como la definieron los críticos más encumbrados, de Aníbal Vinelli a Gogo Safigueroa.
El elenco lo completaban, entre otras figuras, Ana María Picchio en el rol de Marta, mujer de “Roberto”; Héctor Alterio, como el psicólogo de “Roberto”; y Pablo Codevilla, que hizo de “Luisito”, amigo de “Roberto”.
El filme mostró otra gran faceta del artista, además de su capacidad para arriesgarse a papeles que en aquella época tenían una carga semántica bastante grande sobre una sociedad donde ni de cerca se pensaba en el matrimonio igualitario. Su actuación fue uno de los grandes pasos para comenzar a cambiar algunas ideas y dar a conocer que es necesario confrontar los sentimientos y encontrar la verdadera identidad de cada persona.