Ya no serán dos meses de reuniones con más de seis centenares de expositores, como en 2018. Esta vez, el debate de la legalización del aborto en la Cámara de Diputados durará sólo un par de semanas, con fecha de sesión probable para mediados de diciembre, y con estrictas pautas de “respeto mutuo”.
Además, en la misma sesión en que se discuta la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), propuesta que el Gobierno nacional mandó el jueves 17 de noviembre, se debatirá la otra iniciativa que envió ese mismo día: el Plan de los 1.000 días, una ley para la atención y el cuidado de la salud durante el embarazo y la primera infancia.
Así lo acordaron este martes los cuatro presidentes y los cuatro vicepresidentes de las comisiones a las que serán girados ambos proyectos, en un encuentro que encabezó el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa.
Mayoría verde en las comisiones
Las cuatro comisiones en cuestión son Legislación General, presidida por la massista Cecilia Moreau, secundada por la radical Carla Carrizo; Acción Social y Salud Pública; liderada por el peronista Pablo Yedlin, secundado por la macrista Carmen Polledo; Legislación Penal, presidida por la kirchnerista Ana Carolina Gaillard, secundada por Marcela Campagnoli, de la Coalición Cívica-ARI, y Mujeres y Diversidad, comandada por la kirchnerista Mónica Macha, secundada por la macrista Silvia Lospennato.
Según pudo saber Vía País, Legislación General será la comisión cabecera del plenario de aborto legal, al igual que en 2018, cuando estaba presidida por el macrista Daniel Lipovetzky. Esta vez ese rol lo cumplirá Moreau.
A diferencia de 2018, cuando los verdes presidían dos comisiones y los celestes, las otras dos, en este caso las cuatro comisiones están presididas por diputados que están a favor de una ley de IVE.
Y en el caso de los vicepresidentes, sólo Polledo (Salud) y Campagnoli (Legislación Penal) son celestes.
De manera que de las ocho autoridades del plenario seis son verdes y dos son celestes.
De cualquier forma, según dijeron diputados a Vía País al término de la reunión, todos coincidieron en la necesidad de acordar estrictas pautas de respeto mutuo.
La cabecera del plenario de comisiones de 1.000 días será Salud.
Argumentos y novedades
Dichas pautas, la cantidad de expositores, los plazos para el debate y las fechas para firmar dictámenes y para la discusión en sesión —será todo en diciembre, en las próximas semanas— serán discutidos en una nueva reunión que mantendrán los ocho el próximo jueves, ya sin Massa.
“Ya hubo un debate amplio en 2018, de manera tal que este será acotado pero no por eso exprés. El objetivo es invitar a exponer a funcionarios del Poder Ejecutivo y sólo a algunos expositores. Y sentar pautas de respeto mutuo”, dijo a Vía País una de las diputadas que participó de la reunión, que pertenece al sector verde.
Además de ese “listado muy acotado, con exacta proporción entre verdes y celestes y con el mismo tiempo para cada uno”, según dijo otra diputada a este medio, “todas las exposiciones estarán disponibles en la web de la Cámara”.
La idea es que los diputados lleguen a la sesión, que podría realizarse a mediados de diciembre (o antes), con las dos iniciativas ya dictaminadas: aborto legal y 1.000 días.
De hecho, el viernes, según pudo saber este medio, se convocará por primera vez al plenario de comisiones para debatir velozmente el Plan de los 1.000 días, para que ministros presenten el proyecto, con la previsión de despacharlo la semana próxima. “Sobre esta iniciativa hay un acuerdo del cien por cien”, dijo a Vía País una diputada que participó del encuentro.
A esa primera reunión informativa asistirían los ministro de Salud y de Desarrollo Social, Ginés González García y Daniel Arroyo, respectivamente, y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Contra los escraches
“Algo importante que acordamos, a propuesta de Massa, es que la Cámara de Diputados va a intervenir como cuerpo, con denuncias penales, frente a todo tipo de ataques a los diputados, en defensa de los fueros parlamentarios y de la libertad de expresión, ya sean verdes, celestes, del Frentes de Todos, de Juntos por el Cambio, de la izquierda... todos”, dijo la legisladora.
Recordó que el artículo 68 de la Constitución Nacional establece que “ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador”.
Además, en relación con las pautas de respeto, se baraja la posibilidad de una resolución de la Presidencia de la Cámara para pedir a los legisladores que trabajen en “evitar adjetivaciones personales y calificaciones peyorativas para que sea un debate serio y respetuoso”.
Cómo están los números
De acuerdo con el conteo provisorio que realiza este medio, en Diputados el proyecto del Gobierno nacional que despenaliza y legaliza el aborto hasta la semana 14 de gestación inclusive sin causales está más cerca de obtener la media sanción que en el Senado, donde el panorama es complicado.
En Diputados el número mágico es 129 mientras que en el Senado es 37. Ambas cifras son la mitad más uno de los integrantes de cada cámara. Y como el proyecto no requiere mayorías especiales sino que se aprueba por mayoría simple, asegurándose esa cantidad de voluntades en ambos casos la ley sale. O se rechaza.
En Diputados, de acuerdo con el conteo de Vía País, se cuentan 122 votos afirmativos, pero deben contarse 121 porque el massista José Ignacio de Mendiguren, aunque ya votó a favor en 2018, ahora está de licencia porque se desempeña como presidente del banco público BICE.
Los celestes, en cambio, suman 108, y 27 son los indefinidos. Es decir que los verdes necesitan tan solo 8 voluntades para lograr el objetivo. Los celestes están más lejos: deben lograr convencer a 21 de los 27 indefinidos que voten en contra de la ley.
Pero en el Senado el panorama es desfavorable para el proyecto: hay 33 votos a favor, 35 en contra (con el tucumano José Alperovich, también de licencia, serían 36) y tres indefinidos.