Cuando Harry conoció a Sally se convirtió en un clásico del cine. Es una de esas películas que sí o sí tenés que ver en algún momento de tu vida. Pero además de ser un must, el filme marcó un antes y un después en la historia del mundo cinematográfico con la escena del fingido orgasmo de Meg Ryan frente a Billy Crystal mientras comparten un almuerzo, que aún permanece en la memoria popular. Y de ese momento icónico se cumplen 30 años.
Los actores fueron homenajeados en Hollywood precisamente por esta película que, además, los terminó de lanzar a la fama en 1989, al transformarse en una de las comedias románticas más reconocidas del género.
Durante la grabación, la famosa escena tuvo que repetirse 40 veces hasta lograr la toma definitiva. Es que, en ese momento, era inconcebible una escena de esas características.
Para refutar un concepto de Harry, Sally decide demostrarle que las mujeres pueden fingir un orgasmo y que él no podría distinguir entre uno verdadero y uno fingido. La charla transcurre en el restaurante Katz's, uno de los más antiguos y populares de Nueva York (los Estados Unidos), donde se sirve el mejor sandwich de pastrami de la ciudad.
La película narra la historia de amistad entre Harry y Sally, los protagonistas, que va pasando por distintas etapas hasta que ambos reconocen que están enamorados uno del otro.