El Banco Mundial (BM) advirtió este jueves que el "ajuste fiscal necesario para cumplir con el programa del FMI está cobrando un alto precio en términos de la actividad económica y el peso ha vuelto a sufrir el revés".
A través de su reciente informe sobre la situación económica en la región, titulado "¿Cómo afecta el ciclo económico a los indicadores sociales en América Latina y el Caribe? Cuando los sueños enfrenten la realidad", el BM calculó que este año la Argentina afrontará una contracción de su PBI (Producto Bruto Interno) de 1,3%.
El BM celebró que el Gobierno nacional "se muestra firmemente comprometido a cumplir con el ajuste fiscal acordado con el FMI" y resaltó que esa posición se mantiene "a pesar de que las elecciones presidenciales de octubre pondrán a prueba, sin duda alguna, su determinación".
"A pesar del apoyo sin precedentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se tradujo en un paquete revisado de 57.100 millones de dólares en octubre del 2018, y del éxito del Banco Central en la estabilización del peso a inicios de este año, el ajuste fiscal necesario para cumplir con el programa del FMI está cobrando un alto precio en términos de la actividad económica y el peso ha vuelto a sufrir un revés", detalla el texto que presentó en Washington el economista jefe del BM para América Latina y el Caribe, el uruguayo Carlos Végh.
El BM recortó hasta el 0,9 % las previsiones de crecimiento económico para América Latina en 2019, principalmente por el desarrollo "débil o negativo" en Brasil, México y Argentina y el "trágico colapso" en Venezuela.
Hace seis meses, las previsiones del organismo multilateral para la región eran de una expansión del 1,6 % para este año, una cifra que ya había sido rebajada ampliamente del pronóstico anterior.
Excluyendo a Venezuela, sin embargo, el BM prevé que Latinoamérica y el Caribe crecerá un 1,9 % en 2019 y un 2,7 % en 2020. La falta de datos sobre Venezuela complica la labor de previsiones del BM, por lo que el pronóstico de la región al completo para 2020 aún no ha sido calculado.
Para hacer frente a esta situación, Végh, espera que los países de la región desarrollen redes de protección social para apoyar a la población más pobre y vulnerable durante los ciclos de desaceleración económica.
"Los programas sociales que ayudan a absorber el impacto de las crisis económicas son comunes en los países desarrollados, pero no están lo suficientemente extendidos en esta parte del mundo", explicó Végh.
Para el directivo del BM, esta es una agenda social "pendiente" en la región para asegurar que "aquellos que recientemente escaparon de la pobreza no den ningún paso atrás". En este sentido, el vicepresidente del BM para la región, Axel van Trotsenburg, consideró que en tiempos "desafiantes" para la economía, "es más importante que nunca que los países hagan las reformas necesarias para impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo.