José Alberto García Gallo, más conocido como Alberto Cortez falleció este jueves a los 79 años en España, como consecuencia de una hemorragia gástrica, después de permanecer internado durante dos semanas en el Hospital Universitario HM Puerta del Sur, a las afueras de Madrid.
El cantautor argentino grabó al menos cuatro discos junto al artista Facundo Cabral, con quien en 1994 inició una gira memorable, que duró cuatro años, llamada 'Lo Cortez no quita lo Cabral'. Con esta propuesta recorrieron países como México, España y Argentina, y fueron aclamados por el público.
Juntos interpretaron grandes éxitos como "Cuando un amigo se va", "Callejero", "No soy de aquí ni soy de allá", "Pobrecito mi patrón" o "Este es un nuevo día", que emocionaban con sus letras contundentes.
Los artistas tenían una estrecha relación y Cortez se mostró desolado al conocer la noticia del asesinato de Cabral en Guatemala en julo de 2011. "Ha sido un accidente dramático. Guatemala es un país que tiene varias bandas de narcotraficantes importantes, que andan a balazos limpios. De pronto le tocó a él; se equivocaron con el coche o vaya usted a saber qué pasó", aseguró conmocionado.
"Lo recuerdo como un buen amigo, que de pronto se volvió místico. Ese misticismo lo transmitía a la gente, y la gente lo aceptaba con muchísimo gusto", le dijo a EFE el día de la muerte de Cabral.
Además, aseguró: "Tengo un recuerdo fantástico, excelente, de él. Siempre estuvo luchando por la paz".
Fue él, Alberto Cortez, el autor de la desgarradora letra del tema "Cuando un amigo se va" quien supo describir a la perfección el terrible sentimiento que, seguramente él sintió cuando partió Cabral y que nos aqueja a todos cuando la muerte inesperada de un par golpea nuestra vida.
Cuando un amigo se va
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va,
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va,
una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a rebelar,
el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va
galopando su destino,
empieza el alma a vibrar
porque se llena de frío.
Cuando un amigo se va,
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va,
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va,
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.