Tomás Marcos tenía 52 años y se iba a vivir a Costa Rica en dos semanas, luego de superar un problema de salud. Pero en la noche del martes, dos delincuentes lo asesinaron de un balazo en la cabeza para bajarlo de la moto y robársela.
El martes cerca de las 20, cuando viajaba en su moto por Belgrano, llegando al cruce con la calle 20 de septiembre lo alcanzaron dos motochorros. Cuando Marcos advirtió su presencia, aceleró y los superó, pero en ese momento hubo un agarrón y uno de ellos le disparó por la espalda.
El proyectil atravesó el casco por encima de la nuca y la víctima golpeó contra el asfalto "sin posibilidades de sobrevida" a causa de las lesiones neurológicas, según explicó una fuente del caso a Clarín. Uno de los ladrones se bajó, alzó la moto de Marcos y escapó junto a su cómplice.
La víctima se había recuperado de una pancreatitis que logró superar a mediados de marzo. "Tuvo que morir tirado en la calle con un tiro en la nuca después de haber trabajado toda su vida cagándose de frío, peleando para llegar a fin de mes, pagando siempre pagando", escribió Facundo Vasko Chappet en sus redes sociales, amigo y compañero de trabajo de Marcos.
Los investigadores pudieron reconstruir el ataque gracias a las cámaras de seguridad de un comercio. Este jueves, un hombre fue detenido, sospechado de ser uno de los autores del crimen, mientras que el otro de los delincuentes aún se encuentra prófugo.
El de Tomás es el décimo segundo homicidio en lo que va de 2019 en Mar del Plata, el primero cometido en ocasión de robo. "Lo único que quería era pasar sus últimos dias en la playa que era su sueño", comentaron indignados sus compañeros de la estación de servicio donde trabajaba.