El papa Francisco calificó hoy de "vergüenza" las "imágenes de devastación, destrucción y naufragio que se convirtieron en ordinarias" en el mundo, tras presidir el Vía Crucis realizado ante el Coliseo romano.
"Cristo, nuestro único salvador, regresamos a ti también este año con la mirada baja de vergüenza y el corazón lleno de esperanza. Vergüenza por todas las imágenes de devastación, de destrucción y de naufragios convertidas en ordinarias en nuestra vida", dijo el pontífice en alusión, principalmente, a los miles de migrantes que cada año mueren en el Mar Mediterráneo buscando llegar a Europa.
Asimismo, Francisco, con tono serio, denunció "la sangre inocente que cotidianamente es derramada de mujeres, niños, inmigrantes y personas perseguidas por su color de piel, su pertenencia étnica o social y por su fe" en Cristo.
Además, tuvo palabras de crítica hacia la propia Iglesia y denunció "las veces que nosotros, obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas, escandalizamos y olvidamos nuestro primer amor, nuestro primer entusiasmo y nuestra total disponibilidad, dejando oxidar nuestro corazón".