El verano es sinónimo de carnaval. Y, si hablamos de fiesta, colores y música, Brasil es uno de los grandes destinos para disfrutarlo. Junto a los de Bahía y Río de Janeiro, el Carnaval del estado de Pernambuco (en el noreste de Brasil) está en el top tres de los más grandes del país, además de divertido y peculiar: las celebraciones comienzan en la primera semana de enero y se prolongan hasta después del miércoles de ceniza.
A diferencia del carnaval carioca, con su sambódromo y el despliegue sofisticado de sus "escolas" como vitrina, en las ciudades de Recife y Olinda lo mejor del carnaval está en las calles.
Este año se celebrará entre los días 2 y 5 de marzo, pero en Pernambuco todas las fiestas, bailes y shows - pagos y gratuitos - ya están en marcha, sobre todo los fines de semana. La programación incluye festivales de música tradicional, blocos (comparsas) y shows con artistas reconocidos como Ivete Sangalo, Jorge Ben Jor, Elba Ramalho y Daniela Mercury, entre decenas de performances.
Además de disfraz, una buena hidratación, protección solar y calzado confortable, los amantes del carnaval deben contar con disposición a repartirse entre Recife - la atractiva capital de Pernambuco - y Olinda, una pequeña ciudad de arquitectura colonial situada a seis kilómetros, con una vista privilegiada de la costa atlántica.
En Olinda, la celebración comienza con la salida del Hombre de la Medianoche (Homem da Meia-Noite), a la medianoche del sábado 2 de marzo. Se trata de un muñeco de 3,50 metros y 50 kilos que sale de la casa donde es resguardado para un recorrido por las calles históricas y es vitoreado por una multitud que puede llegar al medio millón de personas. La fiesta, animada con ritmos tradicionales como el frevo y las marchas - interpretadas por instrumentos de viento y metales - termina poco antes de las cuatro de la madrugada.