Urtubey quiere una interna con Pichetto y Massa, pero no con Cristina

El gobernador de la Provincia de Salta habló con Vía País sobre su candidatura a Presidente.

Urtubey quiere una interna con Pichetto y Massa, pero no con Cristina
Juan Manuel Urtubey\u002E (Web)

"Voy a ser candidato a Presidente", dice a Vía País en una entrevista mano a mano. Convencido de ello, el salteño Juan Manuel Urtubey apuró en las últimas horas el lanzamiento de su precandidatura presidencial dentro de Alternativa Federal (AF).

Ya lo había hecho hace unos meses el senador nacional Miguel Angel Pichetto y probablemente lo haga también Sergio Massa, todos por ese espacio peronista no kirchnerista del que también es animador otro gobernador, el cordobés Juan Schiaretti, y que reúne a la mayoría de los jefes de gobierno provinciales del PJ.

Instalado durante todo el día en sus oficinas de la Casa de Salta porteña, frente al Obelisco, Urtubey no confirma ni desmiente si les anticipó su decisión a sus pares de AF. Pero sí asegura que buscará contar con sus respaldos, incluido el de Schiaretti. "Voy a trabajar para poder representar a la mayor cantidad de sectores que son parte de este espacio. Busco ser la representación de este sector", afirmó.

Rumbo a su pretensión de convertirse en el candidato presidencial de AF, Urtubey está dispuesto a competir en las Paso con Massa, al que considera "un dirigente interesante, pero que no ha demostrado ser un candidato que pueda ser supercompetitivo para una elección general". Y si bien es partidario de que la AF incluya a sectores de oposición no peronistas, como el socialismo santafesino, tampoco está dispuesto a resignar su precandidatura en función de una ampliación del espacio.

Así lo deja establecido cuando se le puntualiza que el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, no descartó un frente electoral con el Frente Renovador de Sergio Massa, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna y los gobernadores de AF. Incluso con Lavagna como un eventual candidato de consenso. "Lavagna es una persona muy interesante, y en una situación como la que vive la Argentina no nos podemos dar el lujo de dejar afuera a dirigentes que tienen no sólo la experiencia de Roberto sino también un consenso importante", dijo Urtubey. "Habrá que ver cuál es su voluntad de participación en el proceso electoral; puede sumar mucho al espacio. Pero yo voy a competir por la candidatura".

La confirmación de su postulación fue "saludada" desde sectores peronistas como funcional a la estrategia electoral del oficialismo. "Apunta a fragmentar a la oposición", dijo por caso el diputado nacional Facundo Moyano, integrante del minibloque disidente del Frente Renovador que encabeza Felipe Solá. Urtubey replica: "La candidatura más funcional al presidente Macri es la de Cristina Fernández de Kirchner porque es la única que garantiza el triunfo de Macri en segunda vuelta. Detrás de un discurso hiperopositor termina garantizando la continuidad. Esta dialéctica de la grieta encuentra a Macri y a Cristina en una sociedad donde los únicos que ganan son ellos".

De plano, descarta una interna con la ex Presidenta. "Nuestra lógica de construcción es mucho más amplia que la partidaria, excede al peronismo", dice. Y aun cuando admite que Cristina es la dirigente de oposición con mayor intención de voto, no duda en equipararla a Carlos Menen en la presidencial de 2003: "Tenemos la certeza de que con ella es técnicamente imposible que ganemos la segunda vuelta. Es lo mismo que Menem: tiene una base buena, pero un techo muy bajo".

Urtubey aspira a ser el candidato "del 45 por ciento" del electorado que "quiere una cosa diferente" a Macri y a Cristina. Para eso propone un gobierno de unidad nacional que suponga en primer lugar un giro del presidencialismo al semiparlamentarismo, que obligue a que el jefe de Gabinete no sólo pueda ser removido sino también designado con acuerdo del Congreso.

"La envergadura de la crisis impone la necesidad de un gobierno de unidad nacional, con un enorme nivel de consenso", afirma. "Debemos salir de esta lógica de la grieta como forma de validación política, que es en lo que se parecen Cristina y Macri. Hay que garantizar políticas de Estado que nos saquen de esta situación de emergencia permanente en la que vamos a los barquinazos de un lado al otro, en una Argentina sin rumbo, que termina pagando con falta de credibilidad y de confianza, con 800 puntos básicos, fuera del mercado de capitales, sin inversiones, con lo que ello significa en términos de pobreza y desempleo".