Para algunas personas, es moneda corriente en cualquier viaje por la ruta: mareos y náuseas los acompañan a todas sus vacaciones. A veces ocurre con los chicos, y la solución es frenar el auto, bajar a tomar aire, tranquilizarlos y retomar.
No es grave, pero sí molesto. ¿Por qué tantas personas se marean al viajar en auto, micro, barco, tren, avión y todo tipo de vehículo? Según explica la doctora doctora Ana Carolina Binetti, especialista en otorrinolaringología, perteneciente al staff de este servicio del Hospital Británico y encargada del sector de Vértigo, "en un auto una persona se marea por la disociación entre el estímulo visual y el sensorial del oído interno".
Ese malestar se llama "cinetosis", y puede tener que ver con cómo nos ubicamos en el auto. Por ejemplo, un nene pequeño viaja sentado en el asiento posterior y ve un entorno que no se mueve; sin embargo, sus oídos "sienten" la aceleración que efectúa el auto; esta diferencia sensorial puede generar el mareo. Así se explica, también, que algunas personas se mareen cuando viajan sentadas "al revés". Y nunca le ocurre al que maneja, que es consciente del movimiento.
"Cuando viajamos en un auto, en especial quien no tiene una visual panorámica del paisaje (los pasajeros que se sientan atrás), tiende a marearse porque la información que le da la "brújula", el sistema vestibular (o coclear), es que está acelerando, frenando o girando (es decir, está en movimiento) mientras la vista está mirando hacia afuera a un punto que parece fijo", agrega ante La Nación el licenciado en kinesiología y fisiatría, Javier Furman.
Un dato que agregan los especialistas es que mareo cinético es menos frecuente en los menores de dos años porque su sistema nervioso central aún no está maduro, y que además la sensibilidad al mareo disminuye hacia los 12 años. En cuanto a las mujeres gestantes, se marean con más facilidad por la mayor sensibilidad en los centros nerviosos y los cambios en la distribución del flujo sanguíneo corporal.
¿Qué hacer?
Hay algunos pequeños trucos para disminuir los mareos. Por ejemplo, intentar no girar la cabeza para mirar hacia atrás ni sentarse en los asientos de colectivos o trenes que van de espaldas al conductor y evitar leer durante el viaje.
Para casos más graves y recurrentes, los especialistas recomiendan la “terapia de habituación vestibular” (que consiste es una serie de ejercicios para "ajustar" el oído interno).
También, luego de completar los estudios vestibulares, si la persona está afectada por esta problemática puede indicarse una medicación sedante vestibular que debe tomarse 30 minutos antes de subir al medio que los transportará.
En cuanto a la forma de conducir para evitar que otros pasajeros se mareen, el manejo debe ser suave y progresivo y se sugiere que los pasajeros se ubiquen de manera erguida, evitando actividades que les hagan fijar la vista en un punto, como usar una Tablet o leer un libro.