Todo comenzó en 1987 cuando la víctima, que en ese entonces tenía 13 años, viajó desde Mar del Plata hacia Bolivia junto a su hermana y a su pareja, un ciudadano boliviano de unos 50 años. El hombre les había prometido que allí conseguirían un buen trabajo, pero eso no sucedió.
Ahora, 32 años después, fue rescatada junto a su hijo de una red de trata. Vivía en condiciones muy precarias y estaba muy mal alimentada. Afortunadamente, regresó a su ciudad natal para reencontrarse con su familia.
Según contó TN, la víctima pudo ser rescatada después de una extensa investigación que llevó más de cinco años.
Tres meses después de llegar a Bolivia, la hermana de la víctima se separó y decidió regresar al país, pero no pudo traer consigo a su familiar porque su ex se lo impidió. Según declaró, el ciudadano boliviano "las engañó" y una vez en el país vecino las obligó a trabajar en un bar nocturno como "damas de compañía". El sitio fue identificado como "Lola C", aunque se desconoce su ubicación exacta. Este sujeto de 50 años habría sido quien mantuvo cautiva a la joven durante sus primeros años en Bolivia.
De esta manera, y después de que en julio de 2014 la hermana de la víctima brindara esta información al Ministerio Público de la Nación, Procuraduría de Trata y Explotación de Personas inició una investigación para dar con el paradero de la mujer, identificada como P. Zapata. A fines de diciembre de 2017 se obtuvo la información de que trabajaba en el Mercado Central de Bermejo, Bolivia; y entre octubre y noviembre de 2018 se confirmó su identidad.
La Gendarmería nacional coordinó actividades con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), de la Policía Nacional de Bolivia, y el 22 de diciembre pudieron encontrar a la mujer. En un primer contacto con personal de la Unidad Antitrata, la víctima contó que trabajaba para una mujer que no la dejaba volver a la Argentina y que le había retenido los documentos, tanto a ella como a su hijo. Y reveló también que la obligaba a dormir bajo llave en un garaje, propiedad de la supuesta tratante.
Las autoridades trasladaron a las víctimas hasta este lugar para que recogieran sus pertenencias y se detuvo a la mujer acusada de trata, que también explotaba laboralmente al menor de edad.
Según trascendió, el lugar donde vivía la mujer y su hijo era el fondo de un garaje dividido por un placard y tenía condiciones precarias. El ingreso estaba cerrado, del lado de afuera, por dos candados. Allí también se encontró la cédula de identidad de las víctimas, que estaban en poder de la captora.
Tanto la mujer como su hijo presentaban signos de mala de alimentación. En el caso de la madre, estaba 20 kilos por debajo de su peso y se la observó visiblemente cansada.
El 24 de diciembre, en la previa de la Nochebuena, las víctimas volvieron a Mar del Plata, y se pudieron reencontrar con la hermana de la mujer y parte del núcleo familiar.