Trump dio por "derrotada" a esta organización yihadista y la Casa Blanca confirmó el principio de la retirada de los 2.000 militares con los que cuenta Estados Unidos en Siria. Pese a las críticas recibidas, el mandatario norteamericano ha recalcado que "salir de Siria no ha sido ninguna sorpresa".
"Lo he defendido durante años y, hace seis meses, cuando quería dar el paso, accedí a que nos quedásemos más tiempo", ha explicado Trump en su cuenta de Twitter, desde la cual ha apuntado que "es momento de volver a casa y reconstruir".
"Rusia, Irán, Siria y otros son el enemigo local de ISIS. Estamos haciendo el trabajo", ha añadido el mandatario norteamericano, que se ha preguntado si Estados unidos debe ser "el policía de Oriente Próximo". Esta implicación, ha lamentado, solo ha derivado en "la pérdida de vidas y de billones de dólares" mientras se protege a otros que, "en casi todos los casos, no lo aprecian".
La medida tendría importantes consecuencias geopolíticas y plantea cuestiones relativas al futuro de las milicias kurdas apoyadas por Estados Unidos que combaten contra EI en la zona, donde se cree que permanecen miles de yihadistas.
Actualmente hay unos 2.000 efectivos estadounidenses en Siria, la mayoría en misiones de entrenamiento y asesoramiento a las fuerzas locales que combaten al EI.
El senador republicano Lindsey Graham, dijo que la decisión es imprudente y pone a los kurdos "en riesgo".
Mientras que el senador demócrata Jack Reed consideró que la retirada equivale a una "traición" a los kurdos, que "proporciona evidencia adicional de la incapacidad del presidente Trump para liderar en el escenario mundial".
Trump ya había expresado su escepticismo sobre la presencia en Siria y en marzo afirmó que quería traer las tropas de vuelta "pronto".
Sin embargo, sus asesores y aliados internacionales le advirtieron sobre una retirada precipitada y la misión se extendió.
La portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders dijo, no obstante, que la coalición liderada por Estados Unidos que incluye a decenas de naciones continuará luchando contra los yihadistas.
"Estas victorias contra EI en Siria no marcan el final de la campaña de la coalición global", dijo en un comunicado.
El anuncio no especificó sin embargo qué efecto tendrá la retirada de las tropas en las operaciones aéreas en Siria, que Estados Unidos desarrolla desde 2014.
La retirada fue recibida con miedo por sus aliados en la zona, Israel y las milicias kurdas, que temen una guerra, y el apoyo total de Rusia y Turquía, que ven el camino más libre para sus intereses.
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada encabezada por las milicias kurdas que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) con el apoyo de Washington, advirtieron hoy de que la retirada "afectará a la estabilidad y la paz mundial".
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), lideradas por las milicias kurdas YPG, también temen que Turquía lance un operación militar en el territorio del norte del país bajo su control para arrebatárselo, como ya hizo con el cantón de Afrín, que suponga un baño de sangre para la población kurda de la zona.
De hecho, la primera reacción de Ankara tras el anuncio de EEUU ha sido la de prometer que "enterrará" a los milicianos de las YPG en las zanjas que éstos han cavado en previsión del conflicto.
La presencia de Irán en la zona también despierta temores en el gran aliado de EEUU en la región, Israel, tras anuncio de que los 2.000 soldados norteamericanos en Siria abandonarán el país.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró hoy que Israel seguirá actuando "agresivamente contra Irán y sus intentos de establecerse en Siria" y añadió que sabe que tiene el "apoyo y respaldo de Estados Unidos", según un comunicado oficial.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, cuyo apoyo al régimen sirio ha sido fundamental para que el presidente, Bachar Al Asad, siga al frente del país, mostró su apoyo a Trump, aunque con ciertas dudas.
"Si EEUU ha decidido retirar sus tropas de Siria, entonces es el paso correcto", dijo Putin hoy, aunque Rusia no tiene de momento "indicios" de que vaya a ocurrir pronto.
Por otra parte, París y Londres advirtieron el jueves que la lucha contra los yihadistas en Siria no ha terminado.
El vínculo entre Estados Unidos y Turquía, un importante aliado en la OTAN, se ha tensado en los últimos tiempos debido a la alianza de Washington con los kurdos.
Pero la decisión no marca solo un quiebre para los kurdos, sino que va en contra de la política sostenida por Washington desde hace años para Siria y la región.
La presencia estadounidense en Siria es considerada clave para frenar la influencia rusa e iraní. Milicias proiraníes han apoyado al presidente sirio, Bashar al Asad, y Moscú también entró al conflicto en 2015 para apuntalarlo. PeroTrump defiende la retirada de tropas de Siria reclamando más implicación de otros países en Oriente Próximo.
Afirma que Siria, Rusia e Irán son el "enemigo local" de Estado Islámico y dice que Estados Unidos no puede hacer de "policía".