Después de que este sábado debiera suspenderse la esperada final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Play, una pregunta resuena en la cabeza de todos los que querían disfrutar este partido como una fiesta: ¿qué falló?
Tanto los funcionarios de seguridad nacionales como los porteños coincidieron anoche que el operativo de seguridad falló en la curva donde el micro de Boca fue atacado. Voceros apuntaban a que Prefectura debía haber realizado "una contención mejor en esa posición", pero que no estuvo en el lugar previsto y por allí se filtraron los hinchas de River para atacar al micro.
Mientras tanto, los responsables del operativo de seguridad aceptan que hubo "un error grosero" que terminó en el ataque en un lugar que estuvo asegurado, pero afirman que de todas maneras, controlaron varios intentos anteriores y otras situaciones violentas.
Sobre los móviles, el secretario de seguridad y jefe de la policía de la Ciudad Marcelo D'Alessandro vinculó el ataque contra el ómnibus de Boca con el allanamiento de anteayer en San Miguel, en la casa del líder de la barra brava de River, Héctor Godoy, más conocido como "Caverna" (le secuestraron más de 10.000.000 de pesos, 15.000 dólares y 300 entradas). "No hay dudas de que todo está vinculado. Le sacamos más de 10.000.000 de pesos...", dijo el funcionario.
Por otra parte, también cayeron responsabilidades sobre las autoridades futbolísticas. Hubo un contrapunto entre los funcionarios de seguridad y la Conmebol, porque ante la volencia, el partido debería haberse suspendido algunas horas antes. La Conmebol es quien insiste en que hoy domingo el partido debe jugarse sí o sí.
Además no se tomaron medidas disciplinarias, y la clausura del estadio fue administrativa, por exceso del público que ingresó, pero no peligra el escenario para el partido para hoy, aunque River deberá pagar una multa.
Un detalle a tener en cuenta es que para el partido de hoy no habrá cambios en el sistema de mandos en el operativo de seguridad, aunque será reforzado. Los encargados son Marcelo D'Alessandro, secretario de seguridad y jefe de la policía de la Ciudad; Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad de la Nación, y Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad. Ayer hubo 30 detenidos por atentado y resistencia a la autoridad y daños agravados.
Desde River, por su parte, no se hicieron cargo del problema, y sostienen que la responsabilidad nunca fue suya, sino de la policía y la seguridad. "Es increíble que Boca no haya tenido la custodia que correspondía. Por un grupo de 10 o 15 inadaptados se privó el mundo -no solamente las 66.000 personas que están acá- de ver un River-Boca", dijo D'Onofrio.
Angelici también tildó a las fuerzas de seguridad de ineficientes: "hay un protocolo de seguridad: no es la primera vez que venimos a jugar en este estadio. No debe ser muy complicado sacar a la gente del boulevard por donde entra el micro de Boca 100 metros para cada lado", citó el diario La Nación.
Para hoy, se prevee un operativo reforzado por 400 uniformados más, y el partido San Lorenzo y Huracán, por la 13ª fecha de la Superliga, en el Bajo Flores, -iba a ser casi a la misma hora- fue suspendido por decisión del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, dado que se hará solo un operativo de control en la Ciudad para el fútbol. Las fuerzas policiales esperan que eso sea suficiente para evitar nuevos incidentes.