En medio de la fuerte recesión que atraviesa la economía, este martes se conoció que la construcción se contrajo 4,2% en septiembre, lo que representó el mayor desplome desde febrero de 2017 y reactivó las alarmas entre los representantes del sector.
El índice serie original del indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) registró una baja de 4,2% respecto a igual mes del año anterior”, informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Se trata además de la mayor caída del 2018, que se produce luego del frenazo que comenzó a registrar el sector a partir de la crisis cambiaria que se disparó en mayo. El devaluación puso fin a la tendencia alcista que se venía observando en la construcción (en abril saltó 14,4% y en mayo, 7%) y paralizó completamente al sector.
En junio la caída fue de -0,1%; en julio hubo un mínimo salto de 0,7%; en agosto se confirmó el frenazo con una variación nula, y el septiembre se produjo el desplome que ya palpitaban los representantes del sector.
Los números rojos se traducen en problemas para los múltiples sectores que se mueven al compás de la construcción. Además de la eventual pérdida de puestos de trabajo, la caída de las obras impacta en las empresas que suministran materias primas tales como cemento y cales.
Al respecto, el Indec detalló que en septiembre los pedidos de cal cayeron 13,8% y los de cemento portland, 10,6%. Los resultados negativos volvieron a observarse en las compras de asfaltos, vinculadas directamente a la paralización de la obra pública por el plan de ajuste que lleva adelante el Gobierno nacional para alcanzar el equilibrio fiscal a fines de 2019.
