Donald Trump situó en el centro del tercer y último debate electoral con Hillary Clinton su teoría de la conspiración, que dice que las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en Estados Unidos están amañadas, y se negó a decir que aceptará una derrota en las urnas.
Sobre el escenario de la Universidad de Nevada, en la ciudad de Las Vegas, y a falta de 20 días exactos para los comicios, el candidato del Partido Republicano se negó a pronunciar uno de los principios de la democracia, que es el respeto a la victoria del contrincante. Es el primer candidato en la historia reciente del país que actúa así.
"Lo veré en su día", manifestó al ser preguntado por el moderador, el presentador de Fox News Chris Wallace, en la recta final de un duelo que pasará a ser recordado en los años venideros por esta negativa.
El debate de este miércoles por la noche era posiblemente la última opción de vuelco para Trump, que lleva días hablando de unas elecciones "armadas" mientras su partido, incluido el candidato a vicepresidente, Mike Pence, se aparta de esa teoría conspirativa en la que Trump incluye a medios de comunicación a los que hoy acusó de "haber envenenado las mentes de los votantes".
Según una encuesta publicada por CNN tras último cara a cara, Clinton lo ganó por un 52 por ciento frente a 39 por ciento de Trump, el margen más estrecho entre ambos en las encuestas que la cadena de televisión ha hecho en los tres debates.
El de este miércoles fue tenso desde el inicio, cuando los dos entraron en el escenario de la Universidad de Nevada sin darse la mano y siquiera mirarse. Por primera vez, tampoco se la dieron al terminar. Trump esperó a que la ex secretaria de Estado se despidiera del moderador y se fuera hacia su marido y su hija, Bill y Chelsea Clinton, para acercarse a Wallace y despedirse de él.
"Tenemos algunos hombres malos (en Estados Unidos) y vamos sacarlos", proclamó Trump, pronunciando el término "hombres" en español. Fue su primera palabra en español en toda la campaña. "Necesitamos fronteras fuertes", manifestó el republicano, que acusó a Clinton de querer "fronteras abiertas". "La gente entrará desde Siria, vamos a ver terrorismo islamista radical en este país", dijo.
El multimillonario volvió a defender la construcción de un muro en la frontera con México para frenar la entrada de inmigración ilegal y aseguró que Clinton defendió lo mismo en 2006 siendo senadora. "Yo voté por seguridad en la frontera", respondió la demócrata. "Somos una nación de inmigrantes y somos una nación de leyes y todos tenemos que actuar en consecuencia", manifestó Clinton, que pretende presentar una reforma migratoria en sus primeros 100 días en la que incluirá una vía a la ciudadanía para los sin papeles.
"Qué mujer más desagradable", llegó a decir el republicano. "No deberían haberla dejado presentarse como candidata a la presidencia".
En los ataques que ella profirió contra él apareció el nombre de Vladimir Putin. Si Trump llegara a ser presidente de Estados Unidos, sería "una marioneta" del presidente ruso, aseguró Clinton.