Mónica Lloret, la mujer que recibió seis disparos y perdió a su bebé cuando su concuñado, Diego Loscalzo, disparó contra ella y su familia durante la masacre de Hurlingham, dijo que sintió cuando murió su hijo.
"Las heridas del cuerpo van sanando, pero emocionalmente me cuesta muchísimo. Fue una noche aberrante. Él mató a mi hijo. Un instante antes mi hijo se movía adentro mío", relató, y aseguró que antes del ataque estaba sintiendo contracciones.
Asimismo, remarcó que ella fue atacada cuando estaba intentando defender a su hija, a quien Loscalzo estaba golpeando. "Nosotros no tuvimos privilegios. Mató a sangre fría y arruinó a muchas familias", sostuvo.
Por otra parte, fue contundente al referirse al pedido de Loscalzo de elementos para suicidarse: "Es mentira que se quiera matar".