En cuanto al área política del Gobierno decidió esperar hasta estar segura del triunfo de Jair Bolsonaro de modo de evaluar mejor el margen de posibilidades.
La Cancillería emitió un comunicado en el que felicita a Brasil por las elecciones realizadas ayer en ese país, y reafirma que ambas naciones continuarán trabajando juntas por la integración.
Agrega que ese trabajo mancomunado será con "el objetivo compartido de profundizar el proceso de integración y los proyectos comunes que nos unen, animados siempre que ello ha de ser para beneficio y bienestar de los ciudadanos de ambos países".
Entre la sorpresa por la amplia diferencia y la incertidumbre sobre la segunda vuelta, el gobierno se pronunció con cautela sobre el resultado de la primera vuelta en Brasil que dejó al ultraderechista Jair Bolsonaro más cerca de la presidencia.
"Brasil es más importante que cualquier presidente. A partir de ahora vamos a trabajar con el que decida del pueblo brasileño, vamos a hacer el esfuerzo para seguir trabajando cerca de Brasil porque es muy importante para Argentina", dijo Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos, a Clarín.
Al final la diferencia se acortó, aunque de todas maneras el derechista obtuvo un porcentaje más alto de lo que habían adelantado las encuestas.
Sobre Bolsonaro, una fuente de la Casa Rosada señalaba a Clarín que "por lo que dijo, en la parte económica es liberal, la expectativa puede ser buena, pero no lo conocemos". En la previa funcionarios argentinos habían asegurado que el Gobierno esperaba que, luego de las elecciones, se iniciara un proceso de estabilidad política y económica con un efecto positivo en la Argentina ya que una recuperación en Brasil generaría un aumento de la demanda y de las exportaciones argentinas.
Fernando Haddad había sorprendido al asumirse "amigo personal de Macri" durante la campaña. En realidad la buena relación se creó cuando el primero era alcalde de San Pablo y Macri, jefe de Gobierno porteño.
Pero en las últimas semanas los contactos del gobierno se dieron con dirigentes de los dos candidatos. En cuanto a las perspectivas para la región, en América Latina el impacto de un triunfo de Bolsonaro puede ser errático.
Sostuvo el polémico Bolsonaro que "las personas de bien en Brasil quieren dejar atrás el socialismo, no quieren un régimen como el de Venezuela. No queremos que Brasil sea mañana lo que Venezuela es hoy". Jair Bolsonaro usó la confusión que vive Venezuela para sumar más votos a sus postulados, dejando claro que la crisis venezolana seguirá marcando el juego sobre el tablero geoestratégico de la región.
Tras su contundente triunfo, que lo deja al borde de la presidencia, el candidato se vislumbra como una pieza fundamental para medir fuerzas, aunque falta aún ver el resultado del balotage entre dos candidatos tan opuestos.
Muchas son las dudas e interrogantes, tanto por ver si el país se inclina políticamente hacia la derecha, como Chile y Colombia o al final se produce un giro a la izquierda, acercándose a la situación de México, con López Obrador.
"No observo ningún patrón unificado en la región: México gira a la izquierda en el mismo año que Brasil, probablemente, gire a la derecha. De hecho, si hay algún patrón es la heterogeneidad, con algunos países donde la democracia colapsó y otros en que se consolida o mejora", sostiene el politólogo uruguayo Andrés Malamud.
Malamud, en cambio, no encuentra un patrón en torno a la repetida polarización política en el subcontinente. "Grietas como la de Argentina, al contrario de lo que se piensa, contribuye a generar opciones electorales sustantivas, lo cual beneficia a la democracia, aunque pueda erosionar la calidad de las políticas públicas".
"La ventaja de Bolsonaro es notable, es muy probable que sea presidente. Ahora todo dependerá de la capacidad de unión de los anti-Bolsonaro. La primera impresión es que luce difícil por el clima de polarización máxima, una tendencia nefasta en el continente y en todo el mundo. Dudo mucho que algo bueno en términos de consolidación de la democracia y respeto a los derechos humanos pueda salir de esta era particular", reflexiona Mariano de Alba, internacionalista venezolano radicado en Washington .
Lo cierto es que el domingo 7, los brasileños expresaron su disgusto con la política tradicional y respaldaron un enfoque feroz para combatir el crimen y la corrupción al otorgarle a Jair Bolsonaro, el candidato de extrema derecha, una amplia ventaja en la primera ronda de las elecciones presidenciales.