El romance que vivió Joaquín Sabina con una veinteañera de González Catán quedó plasmado en la canción "Dieguitos y Mafaldas". La protagonista de esa historia de amor es Paula Seminara y fue también la responsable del fanatismo del artista por Boca Juniors, Buenos Aires, y de romperle el corazón al español, según cuenta Clarín.
Sabina y Paula se conocieron a mediados de 1998 cuando él grababa "19 días y 500 noches" en Argentina. La historia comenzó cuando ella, de 19 años, fue a verlo a un recital.
"Me llamó mucho la atención que un español cantara el tango "Mano a mano'. Entonces fuimos al hotel para que nos firmara un autógrafo pero él no estaba. Volví al día siguiente y le dejé una carta diciéndole que había disfrutado mucho su recital y que me gustaría volver a verlo", recuerda. A la semana, Joaquín la invitó a su show, fueron a cenar y poco tiempo después la invitó a Villa La Angostura.