El pozo séptico colapsó en el patio y el hedor inundó el aire. Ante éste escenario salido de una película de terror, los padres del colegio Capitán Candelaria, en El Algarrobal, de Guaymallén resolvieron aplicar una decisión drástica: tomar la escuela.
Desde la la Dirección General de Escuelas (DGE) tras una reunión con todos los involucrados, se decidió ejecutar varias medidas para tratar de resolver el problema, aunque funcionarios del organismo avisaron que “no se remediará el problema total de un día para otro”.
Durante la medida de fuerza que se inició este lunes y continua hoy, los padres aclararon que tomaron la drástica medida de tomar el colegio debido a los problemas estructurales que tiene el edificio, remarcando que los pozos sépticos están colapsados y que el colegio sufre una problemática de hacinamiento.
En ese sentido, Elizabeth Caligone, directora del establecimiento, aseveró que la escuela se encuentra funcionando con exceso de alumnos y aclaró que “cuenta con una matrícula actual de 620 alumnos cuando está edificada para 300. Compartimos el predio con una secundaria que tiene 200 alumnos”.
Tras la reunión que mantuvieron las áreas del Ejecutivo, se resolvió realizar obras a corto, mediano y largo plazo para mejorar la situación en el establecimiento.
Las medidas a corto plazo se concretarán con la corrección de los problemas eléctricos y los referidos al techo por las filtraciones de agua. .
La solución a mediano plazo se comenzaría a aplicar apenas culmine la temporada escolar, realizando un estudio del terreno, trabajar en la remodelación del pozo absorbente y comprar más tanques para ampliar la capacidad.
Para el largo plazo, la DGE estudia la posibilidad de ampliar el establecimiento y de esta manera evitar el hacinamiento que sufren los niños actualmente.
Por lo pronto recién mañana se reanudará el dictado de clases en el establecimiento.