El sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años por abuso sexual de menores, afronta una nueva causa judicial: este martes comenzaron las audiencias en el juicio por el desvío de fondos de la fundación Felices los Niños.
El cura está acusado de haber pagado con plata de la ONG el alquiler de la quinta en la que se alojó luego de las denuncias en su contra.
La propiedad, conocida como La Blanquita, estaba ubicada frente a la sede de la fundación, en el partido bonaerense de Hurlingham. Allí se había mudado Grassi en 2002, luego de que la Justicia le prohibiera seguir viviendo en Felices los Niños. La investigación comenzó luego de que el dueño de esa quinta denunciara falta de pago.
El delito por el que está acusado Grassi contempla penas de entre dos y ocho años de prisión. En el caso de ser declarado culpable, se unificaría con la sentencia que ya tiene por el abuso de menores.