Un chico de 14 años fue asesinado a cuchillazos en el partido bonaerense de Quilmes y su padre no descartaba que lo hayan matado por negarse a vender drogas, por lo que familiares de la víctima quemaron la casa del presunto homicida, quien finalmente fue detenido por la Policía.
Fuentes policiales aseguraron que el hecho se registró anoche en el cruce de Montevideo y la calle 168, en la localidad bonaerense de Bernal, en el sur del conurbano, y la víctima fue identificada como Héctor Rodríguez (14).
Según los investigadores, todo comenzó cuando un grupo de vecinos alertó a los policías que circulaban a bordo de un patrullero sobre el hallazgo del cuerpo de un adolescente tirado en plena calle.
Cuando los policías se acercaron, constataron que el chico estaba fallecido y que presentaba una herida sangrante en la cabeza provocada con un arma blanca.
Los voceros policiales indicaron que la víctima se dirigía a la casa de su padre, ubicada en un asentamiento de la zona, cuando fue interceptada por un hombre con el que discutió y por el que fue atacado con un arma blanca.
En tanto, el padre de la víctima dijo al canal C5N que su hijo pudo haber sido asesinado por negarse a vender drogas junto a un grupo de residentes de ese barrio, conocidos como "Los Paraguayos".
"Puede que lo hayan querido convencer para vender, pero él era un pibe muy serio", dijo el hombre.
En ese sentido, una vecina de la zona denunció que ese grupo "está ahí desde que se creó el barrio" hace cinco años, y que "si no hacés lo que ellos quieren, te matan a los pibes".
Tras el episodio, familiares de la víctima comenzaron a llegar al lugar del hecho y protagonizaron una serie de incidentes con los efectivos policiales que se hallaban recabando pruebas.
Luego, según las fuentes policiales, los familiares se dirigieron hasta la casa del supuesto agresor y comenzaron a arrojar piedras contra el frente y a prenderla fuego.
En ese momento, el sospechoso salió por el fondo de la vivienda y fue detenido por la Policía.
Los investigadores explicaron que el hombre, identificado sólo por su apellido de Ortiz y de 38 años, vestía una remera con manchas de sangre, la cual fue secuestrada para analizar con el objetivo de intentar elaborar un ADN y poder determinar si esa sangre pertenece al adolescente asesinado.
El detenido quedó alojado en la comisaría 5a. de Quilmes, a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Quilmes.