En el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, el extitular del Occovi, Claudio Uberti, denunció ante el juez Claudio Bonadio que el expresidente Néstor Kirchner y el exmandatario de Venezuela Hugo Chávez se quedaron con 50 millones de dólares a partir de una maniobra ilegal que explicó ante la Justicia.
Todo comenzó en 2005 cuando Venezuela compró bonos argentinos (Boden 2012) por 312,4 millones de dólares. No obstante, si bien parecía que se trataba de una operación de carácter solidario, lo que buscaban era liquidar los bonos en el mercado internacional.
De esta manera, Kirchner buscaba reestablecer el nivel de las reservas internacionales que habían caído en 9530 millones de dólares tras el pago anticipado al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Así las cosas, los bonos argentinos se cobraban en dólares y eran vendidos en el mercado paralelo, a un precio superior al del dólar oficial. Esa brecha se cobraba en bolívares y luego volvían a comprar la moneda estadounidense a precios inferiores en el mercado oficial.
Uberti, quien declaró como arrepentido, afirmó que había una suscripción de 500 millones de dólares que generó una diferencia de 100 millones. Además de la diferencia que generaban con la venta en el mercado paralelo, Venezuela compraba los Boden 2012 y los colocaban en bancos de su país para obtener una renta financiera.
Es que los bancos los revendían con una carga del 20% y 25% en relación al valor de compra. Entonces los inversores venezolanos compraban los títulos argentinos y abonaban ese sobreprecio. En tanto, los financistas les vendían los bonos a inversores en el extranjero y el circuito concluía cuando a los fondos internacionales les acreditaban los dólares por la compra de los bonos a los venezolanos en cuentas de bancos internacionales.
El extitular del OCCOVI contó que Kirchner puso una condición: pago en efectivo y en la Argentina. En ese sentido, el exfuncionario fue una noche a buscar el dinero a Aeroparque y lo recogió en tres valijas. En total eran 11 millones de dólares, aunque restaba una deuda de 14 millones.
Uberti es el primer exfuncionario K arrepentido, que había manifestado la manera en la que los Kirchner manejaban el dinero que supuestamente provenía de sobornos.
Entre las cosas que contó, reveló que el expresidente comenzó a patear bolsos en su despacho, porque en lugar de dólares, le habían llevado pesos. Además, manifestó que era habitual que les pegué a sus colaboradores en broma.
Además, había manifestado que Cristina Kirchner maltrataba “especialmente a las mujeres”.