El entrenador de Atlético Tucumán, Pablo Lavallén, descargó toda su bronca por la demora en la llegada a Quito para jugar con El Nacional, al denunciar que a su equipo le "pararon un avión en la pista dos horas" pero que ello no alcanzó para evitar la clasificación a la siguiente ronda de la Copa Libertadores porque "Dios es justo".
"Que hablen ellos, los jugadores. Nos pararon un avión en la pista dos horas, entramos a la cancha sin hacer calentamiento, nos amenazaron con hacernos perder el partido pero Dios es justo", denunció el entrenador, consumada la victoria 1-0 en el estadio Olímpico Atahualpa.
El goleador Fernando Zampedri, por su parte, indicó que ?no fue un día fácil" para los jugadores de Atlético por los trastornos en la logística. "Desde las 2 de la tarde estamos dando vuelta desde acá para allá, y eso nos hizo sacar esto adelante?, aseguró.
"Gracias a Dios se dio, el grupo se lo merecía, por cómo se dio el partido y el día, y por eso me voy muy contento", completó.