El gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que descontará los días sin trabajar a los maestros que hagan paro el 6 de marzo próximo. Además, no devolverá el dinero una vez depuesta la protesta, tras el fracaso de la primera negociación con los líderes de los sindicatos docentes.
Vidal ofreció ayer una suba del 18% con la mayoría de los gremios estatales. Incluso, el gobierno nacional quiere poner ese acuerdo como un modelo para todo el país. "La mayor parte de los gremios, que son 36, aceptaron esta propuesta y la firmaron. Es difícil entender por qué no nos podemos poner de acuerdo con el gremio docente, si los trabajadores no están perdiendo, salvo que haya cuestiones políticas", apuntó la gobernadora.
Los gremios, en tanto, dejaron atrás la tregua del año pasado que permitió a Vidal un comienzo de clases sin conflictos. La oferta de ayer fue considerada inadmisible e inaceptable no sólo por el Suteba, sino también por la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB). Juntos, ambos representan a poco menos de la mitad de los 280.000 maestros provinciales.
La FEB remarcó que "con una proyección inflacionaria del 21% para este año comenzaríamos el año perdiendo parte del poder adquisitivo". El gobierno responde que el 18% es el piso y no el techo del aumento. La suba se actualizará según la inflación por medio de una cláusula gatillo. Los gremios docentes aspiran a un 35% de suba y descreen de la cláusula gatillo.
La gobernadora no se sentó ayer a la mesa con los gremios. En su representación estuvieron el subsecretario de Coordinación Económica, Daniel Bonari; el subsecretario de Trabajo, Mariano Muñoz, y el subsecretario de Política Docente y Gestión Territorial, Manuel Vidal. Juntos deberán elaborar una nueva propuesta para destrabar el conflicto.