Ernesto Clarens, el financista de Néstor Kirchner que se convirtió en arrepentido en la investigación por los cuadernos K, reveló que recaudó coimas por $ 30 millones para el plan Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo. Mientras que recibió otros $ 70 millones para la constructora Gotti, de Lázaro Báez.
Asimismo, Clarens admitió que recaudó ese dinero por orden de José López, exsecretario de Obras Públicas. En este sentido, los investigadores sospechan que fue en 2013, el año en el que se desató la polémica por el desvío de $ 200 millones del Estado destinados al plan.
Es más: esa situación derivó en la causa por la que Julio De Vido, exministro de Planificación, la titular de Madres Hebe de Bonafini, el exapoderado Sergio Schoklender y el antes mencionado López.
El dueño de la financiera Invernes había reconocido que le cobró coimas a empresarios, que le entregó bolsos con dinero a Daniel Muñoz -secretario privado de Néstor- en el departamento de los Kirchner en Recoleta o en hoteles, y además le facilitó a la Justicia una lista de obras en las que se pagaron sobornos a exfuncionarios.
Con respecto a los $ 70 millones para la constructora Gotti, manifestó que juntó ese dinero por pedido de Cristina Kirchner. Cabe recordar que esa empresa fue gran beneficiaria de la obra pública en Santa Cruz.
Mientras tanto, la causa de los cuadernos de las coimas llega a su segunda fase en la que se estima que habrá varios llamados a indagatoria para que empresarios y exfuncionarios declaren y aporten información valiosa.
