El hotel de lujo Romantik Seehotel Jaegerwirt, ubicado en los Alpes austríacos, tuvo una dura apertura de la temporada de invierno: un grupo de criminales tomó el control de las cerraduras electrónicas del hotel y e impidió que los 180 huéspedes pudieran entrar a sus habitaciones.
Para desactivar el bloqueo, los cibercriminales pidieron que se les pagara una recompensa de 1.500 euros en bitcoins. El hotel, que ya había sufrido previamente dos ataques informáticos, aceptó pagar la suma, y enseguida recuperó el control del sistema.
Tras el ataque, los criminales intentaron hackear nuevamente el sistema, pero para entonces las computadoras habían sido reemplazadas. Asimismo, la gerencia del hotel aseguró que las llaves electrónicas serán cambiadas por llaves clásicas.