La historia de la remera argentina Lucía Palermo es verdaderamente conmovedora, ya que después de haber sido campeona sudamericana y bronce en los Panamericanos de Río 2007 y Toronto 2015 ahora tiene que vender viandas para subsistir.
Si bien nació y creció en Tigre, provincia de Buenos Aires, Lucía reside en Victorica, La Pampa, y allí oficia de repostera luego de su última participación olímpica en Río 2016.
"Mi marido es de Victorica y por una cuestión laboral y teniendo en cuenta que nacía Victoria -su hija-, decidimos probar suerte acá en Victorica. Soy repostera, pero también hago viandas saludables. Arranqué haciendo churros. Ahora hago variedad de tortas. Al mediodía las viandas, que se entregan calentitas en bandejas de aluminio. Hago viandas, pero disfruto más haciendo tortas", explicó Lucía en diálogo con Infohuella.
Pese a su realidad alejada de los remos, Lucía se ilusiona con poder enseñar el deporte que tanto la apasiona en la ciudad donde vive actualmente. "El proyecto está. Pedí una audiencia con el intendente local hace unos tres meses atrás pero aún no recibí respuestas. También gestioné un intercambio cultural con Tigre. Me gustaría poder concretar distintas disciplinas deportivas y culturales. Desde Tigre, el intendente está al tanto que estoy en el interior de La Pampa y él sí mostró interés en el intercambio cultural y hasta deportivo. Se pueden hacer clínicas, no solo de remo, sino también de otras disciplinas. Con gusto quiero aportar mi experiencia a niños de la localidad y zona", señaló respecto al rol docente que le gustaría afrontar en un futuro.
Por último, Lucía se refirió al nulo apoyo del Estado luego de su alejamiento de la disciplina, "No me dieron nada. Las becas las ganás mientras competís, siempre y cuando el desempeño sea destacado. Por más que seas campeona, si no estás compitiendo, no hay nada de nada", cerró.
Desde los 15 años, el remo llevó a Lucía a recorrer el mundo en competencias internaciones por América, Asia y Europa. Además de su experiencia en Río de Janeiro, también compitió a nivel olímpico en Atenas 2004 y Londres 2012. Pero cuando decidió colgar los remos, tuvo que reinventarse para que su familia tenga un buen pasar.