"Se arrepienten los chóferes, y no los periodistas que dieron sustento a estas bandas", empezó Jorge Lanata muy duro en su columna de opinión de Clarín con sus colegas del medio que lo acusaron de frivolizar todo mientras el escándalo de corrupción K crecía día a día: había bóvedas, bolsos con euros, estancias sin dueños, evasiones millonarias, y los cuadernos del chófer Oscar Centeno.
Para el periodista la grieta nació el 5 de agosto de 2013 y desde aquél día hasta hoy los nombres salpicados por la corrupción son los mismos de siempre, Cristóbal López, Fabián de Sousa, Lázaro y Martín Báez, Gerardo Ferreyra, Osvaldo Acosta, la procuradora Gils Carbó, el fiscal Gonella, Casanello. Sin embargo, en algunas circunstancias, se sigue discutiendo si todo era verdad.
Todavía se siguen destapando escándalos de corrupción de la era kirchnerista. "Vivo en un país donde se arrepienten los chóferes y no los periodistas que les dieron sustento a estas bandas durante años. Con Ferreyra - ex dueño de Radio del Plata detenido- no escucho a Claudio Villarruel, Bernarda Llorente, Marcelo Zlotogwiazda, Reynaldo Sietecase, aportándole a la justicia datos que permitan comprender como funcionó aquel aparato de propaganda financiado por el mismo dinero de los bolsos", pegó duro Lanata.
Por último, el periodista sostuvo en su columna que "hoy gracias a los cuadernos de Oscar Centeno se demuestra que otra pieza clave para el funcionamiento de los negocios turbios fue la participación de los empresarios" y que "esos periodistas colaboraron en la construcción de la Grieta callando o mintiendo mientras los corruptos llenaban sus bolsos de dinero". "La grieta sólo se cierra con justicia", concluyó.