A la media hora de tener a su bebé, una mamá orca vio morir a su cría. Pero lo insólito es que, después de la pérdida que sufrió, se pudo ver a la mamá llevando el cuerpo del ballenato con su cabeza.
El hecho, que ocurrió en Puget Sound, frente a la costa noroeste de Washington, es una constante en esa zona, ya que el 100% de los embarazos de los últimos tres años que se dan allí no pudieron seguir adelante por falta de alimento (dependen del salmón para vivir).
Según un estudio que se realizó a principios de este año, tanto las ballenas como los delfines realizan una especie de "vigilia" por sus muertos. Esto significa que estos animales están junto a los cuerpos de sus crías durante días e intentan protegerlos de los posibles ataques de los depredadores.
"El bebé era tan recién nacido que no tiene grasa. Sigue hundiéndose, y la madre lo levanta a la superficie", explicó Ken Balcomb, científico del Centro de Investigación de Ballenas de la isla de San Juan.