Los celulares de baja gama coparon el mercado argentino. La fuerte importación de modelos y el alto nivel de recambio hicieron que los celulares más económicos se convirtieran en los equipos más vendidos del país durante el año pasado.
En 2017 se duplicó la cantidad de unidades vendidas y, de cara al futuro, el escenario es promisorio: nuevas marcas low cost llegan al país para reforzar la lucha en la parte baja de la tabla. Según un informe de Marcelo Belluci, el año pasado se vendieron 11 millones de teléfonos, un 22% más que en 2016.
Lo que más llamó la atención es el ascenso que logró la gama baja, que representó el 51% de las unidades vendidas, según datos de la consultora IDC. En 12 meses se duplicó: en 2016 había sido el 26%. En cambio, los equipos que ocupan la franja intermedia, que en 2016 estaban en el 51%, cayeron al 40%. También cedieron terreno los teléfonos más avanzados, que del 17% bajaron al 5%.
En los años anteriores, el circuito local de telefonía se había caracterizado por la caída de los terminales básicos. Estos feature phones son aparatos que fueron diseñados para hablar y mandar SMS, pero que no participaban del ecosistema de las apps ni ofrecían conectividad de datos. Por una cuestión de costo, aquellos dispositivos con un valor inferior a cien dólares no logran compensar los costos de ensamblaje, por lo que es más conveniente importarlos que fabricarlos en Tierra del Fuego.
Reapertura de importaciones
El mercado explotó y la llegada de equipos básicos creció 3.600%, según el informe "Mercado celular argentino 2018" de Carrier y Asociados. En la actualidad, hay 37 millones de teléfonos celulares en uso, de los cuáles 10 millones no son smartphones. Se trata de terminales que tienen altos niveles de reposición.
La reducción de impuestos fue clave. Los tributos internos, para los productos de Tierra del Fuego, bajaron del 6,55% a 0%, mientras que para los importados lo hicieron del 17% al 10%. Situación que continuará hasta 2024 donde quedaría eliminado la baja progresiva de dicho impuesto. Esto último es lo que está motivando el ingreso de nuevas marcas a corto plazo, lo que despierta el olfato en los fabricantes asiáticos.
Si bien nunca estuvo explícitamente prohibido importar productos electrónicos, el hecho de que se fijaran licencias no automáticas hacía que el Gobierno tuviera el poder de aprobar o rechazar el ingreso. Al levantarse estas barreras, las grandes cadenas de productos electrónicos, pueden importar directamente sin pasar por las fábricas.
“El sistema está optimizado para productos de gama medio baja. La experiencia que ofrecen es mucho más placentera, con una velocidad de respuesta mucho más rápida. Entre otros aspectos, disminuye la cantidad de apps que vienen de fábrica con el sistema: se reduce de 16 a 6, que están optimizadas. A esto se le suma el espacio, ya que con sólo con las actualizaciones, la capacidad del teléfono quedaba superada. Mientras que el Android 7 ocupa 5GB de espacio, la versión Go requiere 2,5 GB, lo que implica que hay más lugar para descargar aplicaciones”, indica Hernán Descalzi, gerente de Cono Sur de MediaTek.
Por último, se estima el lanzamiento mundial de los nuevos teléfonos con sistema Android para fines de este mes o principios de junio y no se descarta que nuevos lanzamientos para el segmento sigan apareciendo hacia fin de año, dinamizando un mercado de móviles que estaba amesetado por la falta de oferta.