La gala del Museo Metropolitano (MET) de Nueva York se atrevió este lunes con la religión como tema central de su 70 aniversario, en el que decenas de celebridades hicieron un acto de fe y vistieron la alfombra roja de glamour eclesial. "Cuerpos celestiales: moda e imaginación católica", una nueva exposición del MET que repasó las costuras del catolicismo y contó con la bendición del Vaticano, fue el lema de la exclusiva fiesta anual que organizaron el museo y la gurú de Vogue, Anna Wintour, y en la que nunca falta la extravagancia.
Y como en cada gala con una temática particular -el catolicismo-, la originalidad fue bondadosa para unos y cruel para otros. Es que entre los más de 500 look que pasaron por la alfombra roja, hay quienes se destacaron más que otros. En definitiva, en el museo neoyoqrquino, se vio que hay quienes entendieron que la cuestión era religiosa y otros fueron foco de críticas por su falta de ubicación.
Los más extravagantes
Rihanna
La artista se inspiró en el Papa, con un diseño de Maison Margiela. Si bien se trata de una mujer que ponga lo que se ponga le queda bien, el vestido corto y la corona se llevaron todos los flashes en un look osado y muy sobresaliente.
Katy Perry
Deslumbrante por donde se la mire. Pero no sólo por su belleza: llevó un vestido dorado de Versace decorado con dos alas gigantes que arrancaban desde sus hombros.
Lana del Rey, Jared Leto y Alessandro Michele
Los tres estaban al tono, con vestimenta celeste y blanca y detalles en dorado. Pero la cantante fue más allá y llevó en el pecho un corazón de oro con seis espadas clavadas, y un tocado en la cabeza con alas en un tono azulado.
Ashley Graham
Lució un buen corte de pelo pero a la hora de la elección del vestido le pifió: el tajo en la pierna no le jugó una buena pasada a la modelo.
Salma Hayek
La mexicana mostró un osado escote pero, al margen de ese detalle, lució un vestido con un estampado con un bosque y pajaritos, que poco tenía que ver con la temática religiosa de la gala.
Jaden Smith
De pies a cabeza, recibiría la desaprobación de la Iglesia y también la de algún que otro asesor de moda. Un look muy informal con un tapado de Louis Vuitton y zapatillas. Innecesario...
Zoë Kravitz
La escasez de ropa no era un patrón que coincida con la temática de la fiesta. Si bien para otro tipo de gala le lloverían elogios, no eligió la ocasión ideal para portarlo.
Cara Delevingne
Pelo rosa, maquillaje dorado en el rostro, un velo negro muy extraño y un vestido en el que se le veía casi todo. Saque sus conclusiones...
Los que le pegaron al look
Emilia Clarke
Muy delicada e ideal para la ocasión. Una linda corona, con el pelo bien arreglado y un vestido en negro con detalles dorados de Dolce Gabbana.
Bella Hadid
La modelo estadounidense optó por el negro y fue de las mejores vestidas. No apeló a la ostentación y llevó un lindo vestido con una linda cola.
Sarah Jessica Parker
Si bien se trata de un modelo algo extravagante por la corona que eligió, el vestido no tiene desperdicio, con detalles en dorado y corazones. Parecía una reina católica.
Blake Lively
Fue de las últimas de llegar a la gala pero quedó perdonada. Es que la actriz estadounidense se puso un vestido granate de Versace con una larga cola que la colocó entre las mejores de la noche.
Jennifer Lopez
La sensual JLO entendió a la perfección que se trataba de una gala sobre el catolicismo. Lució un vestido de Balmain con una cola de plumas negras y una gran cruz en el pecho que era parte del vestido.
Zendaya
La cantante fue tapada y mostró un look inspirado a Juana de Arco. Es que llevó un vestido que parecía una armadura con una malla metálica. Su pelo rojo le sumó puntos.
Gigi Hadid
Vestida por Versace, Gigi fue vestida de flor con detalles en dorado. Se la vio sensual y delicada al mismo tiempo.
Cindy Crawford
Si bien no se trató de un vestido relacionado a la religión, el vestido rojo de Versace que llevó le quedaba pintado. Muy bella y bien acompañada.
Corey Gamble y Kris Jenner
La madre de las hermanas Kardashian y su pareja estuvieron a tono para la ocasión. Ella lució un vestido con piedras y detalles dorados, mientras que él llevaba un smoking que no desentonaba.