La mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno reunidos este sábado en Lima en la octava Cumbre de las Américas realizaron un llamado para evitar una escalada de violencia en Siria tras el ataque ejecutado anoche por Estados Unidos con la colaboración del Reino Unido y Francia.
Aunque la mayor parte de los participantes condenó el empleo de armas químicas supuestamente usadas por el régimen sirio la pasada semana, solo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, expresó de manera abierta su apoyo al ataque en respuesta liderado por su país vecino.
Durante sus respectivas intervenciones, el resto de líderes abogaron en su mayoría por buscar una solución al conflicto en el marco del derecho internacional, los derechos humanos y las resoluciones de las Naciones Unidas.
El presidente Mauricio Macri hizo un llamamiento a "preservar la paz y seguridad internacional evitando una escalada de tensión, en el marco de los compromisos internacionales existentes".
Las autoridades estadounidenses aseguraron que el ataque se limitó a instalaciones que supuestamente producían y almacenaban armas químicas como las que presuntamente usó el régimen de Bachar Al Asad contra población civil en la localidad de Duma, cercana a Damasco, la pasada semana.
Para preparar este ataque, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, canceló su viaje a Lima para participar en la Cumbre de las Américas y envió en su lugar a su vicepresidente, Mike Pence, quien este sábado dijo que su país está preparado para volver a atacar Siria si es necesario.
También la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, dijo: "Si el régimen sirio usa sus gases venenosos nuevamente, Estados Unidos está cargado y engatillado". Esta afirmación se comunicó en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.