Este viernes, una joven médica tucumana murió al caer desde 120 metros de altura mientras volaba en un parapente en la zona de Loma Bola, en el cerro San Javier, a 6,7 km de San Miguel de Tucumán.
El hecho ocurrió alrededor de las 16, cuando Natalia Vargas, de 28 años, decidió junto a un grupo de amigos volar en parapente.
Según informaron fuentes de la investigación, la mujer cumplió con el procedimiento para concretar su vuelo, firmó el contrato de deslinde de responsabilidades que dispone el club, se puso el equipo pertinente, que incluye el arnés de seguridad, y se subió al biplaza que estaba manejado por el piloto Ariel Salazar.
De acuerdo a lo declarado por Salazar a la policía, luego de salir en vuelo, la médica habría sufrido un ataque de pánico, por lo que presionó un dispositivo que provocó el desprendimiento de su equipo y cayó al precipicio.
Inmediatamente, el Ministerio de Seguridad, representado por el secretario Claudio Maley, organizó un operativo de búsqueda integrado por El Grupo Cero, Bomberos, servicios médicos y la Unidad Regional Norte.
Luego de horas de búsqueda, el cuerpo de la joven fue encontrado alrededor de las 20 en medio de la vegetación del lugar, a unos 200 metros de la pista de despegue.
La familia de Natalia no cree en la versión del instructor y pidió este sábado que se investigue lo sucedido.
Según manifestó Ana Cores, amiga de la víctima, "Natalia era una persona que amaba la vida y es imposible que haya tomado la decisión de soltarse". "Tampoco creemos que haya sido un ataque de pánico; hizo bromas antes de salir, estaba contenta y ya había volado en parapente otras veces", agregó.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía I, que ordenó el secuestro de cámaras grabadoras y celulares, y el rastrillaje en la zona de la caída de la joven para hallar el teléfono celular que podría contener filmaciones del recorrido