El ex ministro de Planificación Federal del kirchnerismo Julio De Vido pasó su primer día preso sometiéndose a estudios médicos y psicológicos en el Hospital de de la cárcel de Ezeiza, con vistas a que se defina cuál será el penal donde quede alojado, mientras su defensa negó que vaya a pedir "ahora" el beneficio del arresto domiciliario.
"Trascendió lo de la domiciliaria pero por ahora no hemos pedido nada. Lo único que le avisamos al juez es que es insulinodependiente y de modo intenso. Es una persona que tiene que autoinyectarse entre dos y hasta siete u ocho veces por día. Y eso no tiene horarios fijos. Le avisamos al juez que no le saquen esa insulina. De hecho, llevó insulina para unos 10 días", reveló el abogado Maximiliano Rusconi.
En declaraciones a varias radios, Rusconi -quien en la tarde/noche de este jueves fue al penal de Ezeiza a ver a su cliente- señaló que no le "sorprende que esté deprimido porque, a mi juicio, es víctima de un conjunto de decisiones alejadas del estado de Derecho".
"Lo que corresponde es que quien está sindicado por un delito, pueda defenderse. Y en todo caso, si hay elementos, que se lleve ese caso a un juicio oral y se emita una decisión de condena. Ahí sí, eso es lo que habilita la imposición de una pena. En Argentina lo que está siendo aplaudido es un espanto, es la aplicación de penas sin juicio previo", añadió.
Según el parte médico realizado en el Hospital Central Penitenciario I (HCP), ubicado en esa cárcel, estaba previsto realizarle a De Vido una ecografía abdominal, ecocardiograma, y ecodoppler de vasos del cuello.
Además, se deberán hacer las interconsultas en cardiología, diabetología y nutrición, precisó el informe sanitario que trascendió en las últimas horas a la prensa.