Con el avance de la pandemia y la urgencia por la reactivación económica, el gobierno delinea el futuro de sus dos medidas principales implementadas en emergencia: el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Así, para el primero prevé que se convierta en un plan que incentive la contratación de nuevos empleados, y al IFE buscará vincularlo a la capacitación laboral de los ciudadanos que no trabajan ni estudian, informó TN.
Estas reconversiones previstas para los programas estatales son discutidas periódicamente por en las reuniones de gabinete económico entre funcionarios de Economía, Desarrollo Productivo, Desarrollo Social, Banco Central, Anses y Jefatura de Gabinete.
En estos días, un cuarto pago del IFE comenzó a delinearse, mientras el Gobierno aún terminar de pagar la tercera entrega del bono de $10.000 que perciben alrededor de 9 millones de argentinos desde el comienzo de la pandemia.
En ese número están incluidas las 2,4 millones de familias que cobran Asignación Universal por Hijo (AUH), además de empleadas domésticas y trabajadores informales que no tenían (ni tienen) ningún tipo de seguridad social.
Fernanda Raverta, directora de Anses, adelantó que buscarán que el IFE vire hacia destinatarios más específicos, una especie de programa apuntado a la capacitación de jóvenes de entre 18 y 24 años que no estudien ni trabajen, adelantó Noticias Argentinas.
Otra de las opciones es que pase a ser parte de un subsidio salarial, incluso por una suma superior, para alentar el empleo. También se maneja la posibilidad de crear una especie de renta básica "para los menores de 18 años y para los mayores de 60 y 65".
“Sabemos que dentro de la población de 18 a 65 años, que son unos 28 millones de argentinos, hay un porcentaje de personas a las que les va a costar más incorporarse y ahí tenemos que pensar una política pública”, dijo Raverta.
Quiénes lo cobran
De los 9 millones de personas que reciben IFE, 2,5 tienen entre 18 y 24, y el 54% son mujeres, según datos oficiales. Además, 3 de cada 4 personas de ese rango etario -o sea, 1,8 millones de personas- son desempleados o trabajadores informales.
Un 20% recibe Asignación Universal por Hijo (AUH) o por Embarazo (AUE), y una porción mucho menor es monotributista, monotributista social o estudiante que cobran el programa Progresar.
Plantea TN: si Anses continuara pagando los $10.000 solo a los 1,8 millones de jóvenes de entre 18 y 24 años que no trabajan o tienen un empleo informal, el costo de cada ronda del IFE bajaría de los $89.000 millones actuales a $18.000 millones.
El cuarto pago de IFE se espera para entre octubre y noviembre, y a partir de diciembre se aplicarían los cambios que analiza el gabinete económico. Una de las posibilidades es plantearlo como una remuneración por algunas tareas que actualmente se hacen en la informalidad o forman parte de tareas domésticas no pagas.