El ministro Martín Guzmán quiere reunir esta semana, vía zoom, a los diputados y senadores nacionales del Frente de todos para exponerles los lineamientos principales del proyecto del primer presupuesto nacional de la gestión presidencial de Alberto Fernández. El ministro de Economía anunció días atrás que el martes 15 de septiembre enviará el proyecto de ley al Congreso. Lo hizo en el Museo del Bicentenario, en el acto en el que informó que se había logrado casi el cien por ciento de acuerdo con los bonistas extranjeros.
Todos los años, el ritual presupuestario muestra al titular de Economía yendo al Congreso acompañado por sus colaboradores, donde entrega una copia de lo que se supone será la hoja de ruta gubernamental por doce meses. "Esta vez no está claro si habrá una presentación virtual o presencial de Guzmán", comentó a este medio un diputado nacional peronista. Menos claro está aún el marco en el que se desarrollará el debate: el Congreso está atravesado por una áspera disputa entre el oficialismo y Juntos por el Cambio respecto a cómo continuar sesionando y debatiendo, al punto que la coalición macrista ha puesto en duda la legalidad de las últimas acciones parlamentarias por considerar que está vencido el protocolo de sesiones remotas. Presupuesto, reforma tributaria, reforma judicial (ya con media sanción del Senado), aporte solidario para las grandes fortunas, marcan la agenda inmediata del Congreso.
Entrevistado por TN, el presidente Alberto Fernández dijo que gobierno metió "un gol", respecto al acuerdo con los acreedores privados, dado que evitará cargar las cuentas públicas de los próximos presupuestos, con el pago de unos 48 mil millones de dólares. Los compromisos externos, además, vieron descender la tasa de un 7 a un 3 por ciento.
Sin considerar los pagos por el préstamo de 44 mil millones de dólares contraído con el FMI por la gestión Macri -renegociación que recién empieza-, el peso de la deuda, entonces, no afligirá tanto al presupuesto diseñado por Guzmán. El ministro ya dio algunas puntas de lo que será su presupuesto: “La ley va a mostrar que apuntamos a un déficit fiscal primario de alrededor de un 4,5 por ciento del producto”, puntualizó.
Dijo más: "El déficit fiscal primario al que se apunta tiene que ser lo suficientemente grande como para poder impulsar la economía pero también tiene que estar lo suficientemente contenido en función de cuál es la capacidad de financiar lo que tenemos".
Cómo financiar el déficit de un presupuesto expansivo aún en tiempos de crisis y pandemia -"producción y creación de trabajo son los objetivos", se dijo- será un gran desafío. Guzmán avisó que "va a llevar tiempo llegar al equilibrio fiscal" y dijo que "una porción" del déficit fiscal" seguirá siendo financiada por el Banco Central", aunque en una tendencia declinante. La idea oficial es llegar a un punto de financiamiento cero por parte del BCRA, por lo que está reconstruyendo el mercado de deuda en pesos.
Un senador nacional de diálogo fluido tanto con el presidente como con Cristina Fernández, y que ha podido asomarse a los primeros bosquejos del proyecto de Guzmán, dijo a este diario: "el presupuesto buscará promover inversiones, dar estímulos a las empresas para que generen trabajo, y propondrá incentivos para exportar. ¿Dónde buscaremos el dinero para apalancar esto? En los bancos internacionales de fomento. A esa plata no te la prestan para especular sino para proyectos concretos de infraestructura y producción. Hablo de la CAF (ex Corporación Andina de Fomento), el Banco Mundial, el BID, y ahora también contamos con el Banco Asiático (de Inversión en Infraestructura), al que Argentina podría entrar como miembro no regional: este banco (liderado por China) entregó unos 20 mil millones de dólares en créditos a tasa de fomento en los últimos dos años". El senador, entusiasmado, definió al proyecto de Guzmán como "un presupuesto peronista".
El ministro también enfatizó en "el rol muy importante que va a tener la obra pública" en un presupuesto que "reflejará el objetivo de crear trabajo". Dio entonces otra punta más: "Apuntaremos a duplicar en el presupuesto la participación del gasto de capital en relación al producto, respecto de lo que fue en 2019, y estará muy por encima de lo que se presupuestó para el año 2020". Guzmán quiere que el Estado aliente la inversión en maquinarias y equipos agropecuario e industrial. "Hay que poner a trabajar a los recursos del país y al capital de las empresas", fue la definición usada.
El déficit fiscal primario proyectado de 4,5 por ciento, va en línea con lo presupuestado en los presupuestos de 2017 (-4,3%) y 2018 (-3,2%). En 2019 el presupuesto estimó un resultado fiscal primario “equilibrado”, más conocido como “déficit fiscal” y para 2020, un superávit de más 1. Nada de esto se cumplió.
Igual con las metas de inflación proyectadas en los últimos años: para 2018 se estimó en 15,7%, pero fue del 47,6% y para 2019 se proyectó una inflación del 23%, pero se alcanzó un 52,8%. Guzmán, hasta ahora, no reveló la estimación inflacionaria para 2021. Tampoco aludió al valor del dólar, aunque dijo que se aspira a "estabilizar la brecha cambiaria para empezar entonces a reducirla".
El jueves pasado, al recorrer la planta de Peugeot en El Palomar (conurbano bonaerense) a propósito del lanzamiento del nuevo 208, el Presidente Alberto Fernández habló de la pomposamente llamada "ley de leyes", no sin tirarle una chicana a Juntos por el Cambio: "Nosotros no anunciamos presupuestos que cambiamos unas semanas más tarde, ni nos ponemos metas de inflación que no duren ni quince días. Nosotros trabajamos seriamente". Dijo que "derrumbado el muro" de la deuda, ahora "van a conocer cuáles son los límites fiscales que nos estamos poniendo para que el deterioro fiscal que hoy tenemos vaya cediendo; cuál es la política monetaria y cuál la política cambiaria; van a tener (los industriales) las reglas que necesitan" y la sociedad sabrá "claramente la mirada que tiene el gobierno de lo que creemos que se puede hacer".
Por la Corresponsalía en Buenos Aires