Después de varios meses de marchas y contramarchas, ayer finalmente el oficialista Frente de Todos presentó en el Congreso el proyecto que propone crear un impuesto extraordinario a los patrimonios que superen los 200 millones de pesos, lo que afectaría a unas 12.000 personas en todo el país.
Con este "aporte por única vez" el Estado podría recaudar unos 300.000 millones de pesos antes del 31 de diciembre, en medio de una fenomenal crisis fiscal por la caída de la recaudación a consecuencia de la recesión por la pandemia, según los impulsores de la iniciativa, los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller.
Las alícuotas irán del 2% al 3,5%. Se incrementan en forma escalonada medida que el patrimonio es mayor. Según el oficialismo, alrededor de la mitad de las personas alcanzadas por este aporte (unas 6.000) tienen entre 200 a 400 millones de pesos. Y la mayor tasa alcanza a menos de 300 personas.
Por los bienes que las personas alcanzadas tienen en el exterior, las alícuotas son hasta 50% mayores (con tope de 5,75%).
Lo recaudado se destinará a comprar equipamiento de salud para atender la pandemia de Covid-19. También se generarán créditos con tasas subsidiadas para las pequeñas y medianas empresas.
El 15% de lo que se recaude (unos 45.000 millones de pesos) irá para urbanizar los barrios populares con obras que empleen a los vecinos.
En cuarto lugar, habrá un porcentaje para hacer obras y equipar a la empresa semipúblico YPF para producir y envasar Gas Natural, con la intención de mejorar la oferta y los precios actuales para las zonas del país que aún no fueron incorporados a las redes de gas natural.
Asimismo, habrá una parte de la recaudación destinada a financiar un relanzamiento del plan Progresar, los subsidios que paga la Anses a los jóvenes que estudian.
Heller, presidente de la comisión de Presupuesto que debatirá el proyecto, entiende que “a los que van a hacer este aporte no les va a cambiar la vida, pero a los que reciban sus beneficios la vida les va a ser un poco mejor”.
Uno de los argumentos de Heller y Kirchner indica que en Alemania, España, Reino Unido, Suiza, Italia y Rusia se evalúan iniciativas similares. Las naciones que poseen economías más grandes están volcando grandes cantidades de recursos en la economía y la salud para enfrentar los efectos de la pandemia. Estados Unidos implementó un paquete fiscal de unos 3 billones de dólares, lo que representa unos 14% de su PIB. El Gobierno argentino volcó el equivalente al 5,25% del PIB local.
Con las previsiones de agosto incluidas, los gastos del Estado Nacional para contener las consecuencias de la pandemia suman 870.000 millones de pesos. Este dinero fue a equipamiento de salud, los hospitales modulares, al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y al programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), además de los bonos a las personas jubiladas, la asistencia financiera a las provincias, la asistencia al PAMI y el refuerzo de los planes alimentarios. Teniendo en cuesta esos números, este aporte extraordinario representa el 34% de ese esfuerzo fiscal.
El texto, que ingresó por Mesa de Entradas y ahora debe ser girado a las comisiones que lo estudiarán, fue firmado por Kirchner, José Luis Gioja, Hugo Yasky, Itaí Hagman, Fernanda Vallejos, Juan Carlos Alderete, Leonardo Grosso, Lucía Corpacci, Ariel Rauschenberger, Gabriela Cerruti, Alicia Aparicio, Elda Pertile, Marcelo Casarett, Carlos Heller y Martín Soria.
El objetivo del Frente de Todos es que la iniciativa tenga media sanción antes del 15 de septiembre y sea sancionada finalmente en septiembre. El oficialismo cuenta con la mayoría necesaria en el Senado para que sea un trámite exprés.
Por la Corresponsalía Buenos Aires