El presidente de la Cámara Argentina de Biodiésel (Carbio), Luis Zubizarreta, sostuvo este miércoles que la imposición por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos de un arancel del 57 por ciento promedio a la importación de biodiésel argentino supone la reprimarización de la economía y la paralización de la mayoría de las plantas productoras instaladas en el país.
En tanto, el ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, advirtió que la medida pone en peligro la continuidad de 6.000 puestos de trabajo.
"Santa Fe produce el 80 por ciento de la producción nacional de biodiesel; acá tenemos 20 plantas de las 40 que tiene Argentina, por lo cual estamos muy preocupados; hay unos 6.000 trabajadores involucrados, de los cuales el 80 por ciento se concentra en el Gran Rosario", indicó Contigiani en diálogo con Radio 10.
Desde el gobierno analizan los pasos a seguir contra la decisión tomada por Estados Unidos sobre la base de tres escenarios posibles: una negociación directa con las autoridades de Washington, reclamar ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), o impulsar un diálogo entre privados con el objetivo de explorar un acuerdo.
Según Zubizarreta, el virtual bloqueo que representa el pago de esa alícuota "no sólo complica la mano de obra sino una cadena económica muy importante como la de la soja, por lo que el efecto va a ser reprimarizar las exportaciones y parar las plantas de biodiésel".