La historia remite a una familia de origen alemán en Buenos Aires, con recuerdos de animales y personas. La temática aborda temas como la imaginación, la muerte y el bullying.
De joven, Alejandro Wibe escribió tres novelas: una policial, otra más ambiciosa y una más sencilla de pocos personajes. Esto lo contó en una entrevista y a raíz de su relato, le llovieron ofertas para publicarlas.
Mirko se identifica con la ilustración del niño en la tapa cuando ve el libro: "nunca tuve la energía y el tiempo para ponerme a releer esas novelas. Además habría que actualizarlas, porque las escribí hace 30 años. Pero la propuesta que me hicieron desde la editorial Planeta fue otra: que escribiera una historia infantil. Y además de que me gusta mucho escribir, me divirtió la idea puntual, así que para eso me di cuenta de que sí iba a poder encontrar el tiempo", admite el conductor.
"Quería escribir una historia que les dejara algún aprendizaje a los chicos. Así fue como surgió Kisse". El subtítulo del libro, de hecho, es "Los cuentos para Mirko", y aunque es una historia para chicos más grandes, ya le gusta que se lo lean y disfrutar las ilustraciones.
Igual que Liam, el protagonista de la historia, el autor tenía una abuela a la que llamaba Oma. "Le decía así, que es abuela en alemán. Y el pájaro naranja, Pirip, también era así, como el de la historia. Hay varios elementos reales, de mi vida. Pero ahora Mirko, cuando ve el libro, se reconoce a él en el niño que está en la tapa, y dice que está ahí con su oma, que es mi mamá. Pero en realidad es mi historia con mi propia abuela, mi oma", explica el autor.
"Lo que hacemos es vivir el cuento. Él me dice 'vamos a leer el cuento de papá'. Entonces nos sentamos, lo hojeamos y él va viendo las imágenes y charlamos lo que va interpretando. Lo vive de acuerdo a su edad. A medida que vaya creciendo se va a ir completando el cuento", reflexiona el novel padre y autor.
La historia es casi una fábula, con muchas verdades. "Me interesaba hacer algo que mostrara de otra manera el dolor de la pérdida, también quería hablar de bullying y de otras situaciones que todos hemos vivido en algún momento de nuestra infancia", aclara Marley.
"Yo iba con mi almohada, la llevaba a todos lados y la cargaba en brazos durante el viaje", contó intimista Marley a Clarín. "De chico a mi almohada le decía 'Kisse', porque así se dice en alemán", y de ahí viene el nombre del libro. "Nací y viví en un departamento en Villa Adelina, mi abuela estaba en Lomas de Zamora y a veces íbamos a pasar gran parte del verano a su casa, porque tenía jardín. Yo iba con mi almohada, la llevaba a todos lados y la cargaba en brazos durante el viaje, que eran varios colectivos y trenes", recuerda.
"Aquella almohada fue mi compañera, me llevaba a mundos increíbles de la imaginación. Y en base a eso fue que surgió esta historia, la de una almohada que lleva al protagonista hasta distintos mundos donde se reencuentra con animales y personas que quizás ya no están", resume Marley.
Fue entonces que escribió el texto de corrido: "me acuerdo que tenía que ir a Planeta un miércoles. Me senté el lunes anterior y en un par de horas fue surgiendo la historia. Al otro día corregí, agregué más cosas que se me fueron ocurriendo a la noche antes de dormir y para esa primera reunión ya les llevé el texto completo".