Fede Bal está atravesando un momento difícíl. Hace varias semanas, anunció que le habían diagnosticado un cáncer de intestino, el cual requiere sesiones de quimioterapia.
El joven, de 30 años, recibió el apoyo de miles de fans y decidió encarar el tratamiento con optimismo, como demostró en distintas publicaciones.
Sin embargo, debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio -dictado por el gobierno como respuesta al coronavirus- no puede contar con el acompañamiento físico de su familia y sus seres más queridos.
Su mamá, Carmen Barbieri, está muy angustiada. Según explicó en una entrevista con la revista Caras, "no puede más por dentro".
"¿Vos entendés que no puedo abrazar a mi hijo? ¿Sabés lo que significa no poder contener a tu hijo en un abrazo de madre, lleno de amor, de esperanza, de coraje? Es muy duro, muy duro", detalló.
Debido que Fede se encuentra entre los grupos de riesgo ante la pandemia, solo pueden tener contacto vía web o cuando él viaja al sanatorio.
"Lo veo a través de videollamada, hablamos todo el tiempo. Pero el momento en el que nos vemos cara a cara es cuando va a la sesión de rayos y quimioterapia al Fleming, que pasa por casa y lo veo desde la puerta, a través del vidrio del auto", confesó.
La actriz contó que su hijo siempre le dice que es una "leona", pero que, en estos momentos, se siente "desgarrada".
"Obvio que estoy fuertísima para afrontar el tratamiento con Fede. Pero no te olvides que a mí la vida me viene castigando desde hace dos años, primero se murió mi mamá, al año siguiente se murió Santiago y empezamos este año con el cáncer de Fede. ¡Es mucho! No termina de sanar una herida que ya aparece otra", concluyó.
Hace poco, Carmen tuvo un gran gesto con su hijo: le regaló una millonaria mansión, que había pertenecido a Luis Alberto Spinetta.