La pandemia del coronavirus pareciera ser que no le dejó ninguna enseñanza a China. El alto número de fallecimientos y contagios registrados en el país en el que comenzó el brote no fue suficiente para que el Estado y la población cambiara su estilo de vida y ciertos hábitos de consumo.
En los mercados chinos, se siguen vendiendo en forma de alimentos animales domésticos, como perros y gatos, que esperan aterrorizados en jaulas oxidadas que los clientes se los lleven a sus casas para cocinarlos.
Carne de murciélagos y escorpiones también es ofrecida a la venta como "medicina tradicional milenaria". También hay conejos y patos sacrificados que se exhiben en el piso, cubierto de sangre, suciedad y restos de otros seres vivos.
La información fue difundida por el prestigioso periódico británico Daily Mail. Mientras que la pandemia se extendió de Wuhan, ciudad china donde empezó a circular el virus, a países de todo el mundo que comenzaron a cerrar sus fronteras y a aplicar toda clase de medidas restrictivas para frenar el avance del Covid-19, el corresponsal de la publicación inglesa observó este sábado cómo miles de clientes acudían en forma masiva a un mercado en Guilin, localidad situada al suroeste del país, para abastecerse de provisiones.
Es que ayer China celebró su "triunfo" sobre el coronavirus y reabrió sus mercados, donde se cree que se inició la pandemia a fines de 2019, que venden mayoritariamente este tipo de animales.
Según el diario, "no hubo ningún intento aparente de elevar los estándares de higiene para prevenir un brote futuro". "Todos aquí creen que el brote ha terminado y que ya no hay nada de qué preocuparse. Es solo un problema extranjero ahora para ellos", sostuvo uno de los corresponsales con sede en China que escribió el artículo publicado este domingo.
En otro mercado en Dongguan, al sur de China, otro corresponsal fotografió a un vendedor que colocó un cartel en el que publicitaba la venta de murciélagos, escorpiones y otras criaturas.
Al respecto, el corresponsal señaló: "Los mercados volvieron a operar exactamente de la misma manera que antes del coronavirus. La única diferencia es que ahora los guardias de seguridad tratan de evitar que se tomen fotos".
Los primeros casos de coronavirus estuvieron relacionados a un mercado ubicado en Wuhan, pero los funcionarios mantuvieron el brote en silencio durante semanas y las personas que denunciaron los hechos fueron silenciados, incluido el Dr. Li Wenliang, de 33 años, quien luego murió por Covid-19.
Ahora, después de una aparente disminución de las tasas de contagios, de acuerdo a los datos que el Gobierno difunde, Beijing está haciendo circular información que asegura que que el brote no comenzó en el país. Una historia compartida en la plataforma social Weibo, de China, afirma que el coronavirus se detectó por primera vez en Italia en noviembre.
Las teorías conspirativas chinas no son nuevas: los funcionarios orientales promovieron, semanas atrás, hipótesis infundadas de que el ejército de los Estados Unidos llevó el virus a sus costas.
La única ciudad china que aún estuvo bloqueada ayer fue Wuhan, la cuna de la pandemia, aunque incluso las restricciones allí comenzaron a levantarse, tras dos meses de aislamiento casi total.