A pocos días de terminar su primer año de gestión y cuando la discusión por el presupuesto del 2017 todavía no empieza en el pleno de las cámaras legislativas, Cornejo se propone un cambio de estrategia para el arranque del nuevo año.
Trata de buscar consensos y acuerdos para que las reformas que dice emprender persistan en el tiempo.
El Gobernador cree, con razón, que el haber enfrentado a los gremios más hostiles, como el SUTE de los docentes y ATE de dirigentes tan inclasificables como Roberto Macho y Raquel Blas, le ha significado la obtención de importantes dosis de rédito popular pero que para los cambios de fondo, está por verse.